El ballenato perdido
Insólito ¡una ballena perdida en Buenos Aires
El ballenato perdido
Insólito ¡una ballena perdida en Buenos Aires
Recientemente, a principios del mes de agosto de 2015 un hecho asombroso ocurrió en el Río de la Plata, en el Puerto Madero de la Ciudad de Buenos Aires.
Descubrieron un animal de gran tamaño que nadaba nervioso en el Dique 4.
Lo estudiaron, registraron sus comportamientos y se dieron cuenta que era un ballenato jorobado, de corta edad, con seis toneladas de peso.
El pobre se había perdido del grupo de sus pares. La aventura tuvo final feliz.
El mamífero logró salir del canal y volver al mar.
Esto, dio lugar a una poesía “El ballenato perdido” y algunas reflexiones sobre la educación:
En el desarrollo del titulo 6 del Boletín de Noticias del mes de noviembre de 2012, habíamos publicado el Cuento para Niños “Renata, la ballena”, con un relato muy interesante de las peripecias vividas por un ballenato y su autora la señora Marta Dora ARIAS, nos envió la poesía titulada “El ballenato perdido” , la que publicamos a continuación.
La mencionada, nos escribió lo siguiente:
"Pienso que los hechos fortuitos, como el del ballenato en el dique, son para la educación referentes válidos y motivadores para que los chicos reparen en casos y cosas que normalmente no pueden apreciar.
¿Cuándo a uno se le ocurriría pensar en una ballena encajada en un dique?
¿O en la tarea de sacar de un canal a un animal gigantesco como el ballenato?
¿O en la gran distancia que recorren para tener sus crías y luego buscar comida en otros extremos de los mares?
Pensar y conversar con los alumnos sobre factibles acciones de salvamento, provoca interacción de ideas, suposiciones, estrategias, actitudes que despiertan la creatividad y la racionalidad.
El docente debiera tomar estas situaciones raras y proponer actividades para que los estudiantes observen, investiguen y aprendan de otra manera. SOY UNA ILUSA DOCENTE..."
El ballenato perdido
Por Martha Dora Arias (2015)
Un ballenato muy joven de su ruta desertó
y en un dique de Argentina el pobre, se refugió.
El mamífero perdido, distante de su manada,
bastante flaco y enfermo buscó segura morada.
Las aguas dulces y tibias del canal Puerto Madero
le ofrecieron tiernamente barcos, lanchas y veleros.
Al intranquilo cetáceo ¡le era imposible comer!
¡en el canal tan angosto no se podía mover!
Lo cuidaba Prefectura tratando de que saliera
a buscar camino al mar, con el viento y la marea.
Creen que iba al Brasil con ballenas jorobadas
las que después de procrear desandarían pisadas
¿Se volverán a Malvinas habitada por pingüinos
focas, morsas y lobeznos, cangrejos, aves y ovinos?
¿O elegirán nuestra Antártida, el gran Continente blanco
la de los hielos eternos, con Marambio y sus encantos?
¡Adonde quiera que vayas… ballenato jorobado
que arribes al fin del mundo con tu familia y curado!
Continuación para recordar:
