Argentina y su presencia en la Antártida
Un entorno extremo asimilable al que los astronautas pueden encontrar
La Cancillería argentina, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conea) y la Agencia Espacial Europea (ESA) firmaron una carta intención para continuar el proyecto "Tempus Pro Antártida", que consiste en desarrollar experimentos para lograr la validación operativa de un dispositivo de telemedicina en un entorno extremo, y así sentar las bases para las actividades operativas actuales y futuras de viajes espaciales tripulados por humanos.
Se ha destacado recurrentemente sobre los avances de la ciencia argentina en distintos campos del hacer.
Una demostración más de esa capacidad creativa y de acción, es la presencia nacional en el Proyecto Tempus en la Antártida, una integración de funciones entre la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) y la Agencia Espacial Europea (ESA).
El secretario de Malvinas y Antártida de la Nación, Guillermo Carmona, ha firmado recientemente una carta de intención para la continuación del Proyecto "Tempus Pro Antártida."
La ESA está trabajando en las bases antárticas de Argentina para probar el dispositivo de telemedicina Tempus Pro en las duras condiciones de la Antártida.
Esta iniciativa se enmarca en los preparativos de Europa para su próxima fase de exploración humana en el espacio.
El desarrollo de estos dispositivos fue respaldado por la ESA y se cree que podrían ser utilizados por astronautas y equipos médicos durante futuras misiones de exploración.
Las pruebas y la validación de Tempus Pro en las bases antárticas argentinas marcan una nueva era de cooperación entre ESA y Argentina, con el añadido que somos socios de larga data de ESA en América Latina.
Este proyecto consiste en desarrollar experimentos científicos para lograr la validación operativa de un dispositivo de telemedicina en un entorno extremo, pudiendo así sentar las bases para las actividades operativas actuales y futuras misiones espaciales a la Luna y Marte.
La actividad se ejecutará durante la Campaña Antártica 2021-2022 en las bases argentinas Belgrano II y Carlini, que presentan condiciones ideales para las pruebas en un entorno extremo asimilable al que los astronautas pueden encontrar durante futuras misiones espaciales.
La base Belgrano II se encuentra a menos de 1.300 km del Polo Sur, con temperaturas que pueden caer a -35°C durante el verano.
Aislado y construido sobre afloramientos rocosos, es visto como un buen análogo para las misiones a la Luna y Marte.
La base Carlini se encuentra en la isla 25 de Mayo y al estar menos aislado que Belgrano II, permitirá a los equipos comparar dos entornos diferentes, pero extremos.
A propósito de esta integración con la agencia europea tiene como centro de gravedad de su actividad antártica la actividad científico-técnica.
Este proyecto (Tempus Pro) tiene un valor fundamental para nuestro país por cuanto las cuestiones Malvinas, antártica y del Atlántico Sur conforman un trípode estratégico para el futuro del desarrollo nacional.
En momentos en que está en debate la integración de Argentina al mundo, importa considerar las expresiones del director del Centro de Astronautas de la Agencia Espacial Europea (ESA), Frank de Winne, quien enfatizó sobre la cooperación constante entre la ESA y la Argentina en particular con la Deep Space Antenna 3, ubicada en Malargüe, un activo imprescindible para garantizar comunicaciones críticas para las distintas misiones que se encuentran en el sistema solar.
Añadió que se espera que la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE), sea liderada por Argentina y México.
Son, como se ve, temas en los que la ciencia y la tecnología tienen una vinculación estrecha con un mejor conocimiento de los secretos de la Antártida y también de nuestro mar y, consecuentemente, de la plataforma continental, que consideramos un espacio nacional de producción y riqueza económica, que no estamos teniendo hoy como queremos y en función al país soberano que somos.