La partida de la corbeta "Uruguay"
Al rescate de la 1ra. Expedición Invernal Antártica
El 8 de octubre de 1903, la Corbeta "Uruguay" soltó las amarras que la sujetaban del dique de carena y fueron despedidos por el presidente de la Nación Argentina, el Ministro de Marina, altas autoridades civiles y militares y una multitud que vitoreó emocionada la partida de esta misión solidaria humana.
El Presidente de la República Argentina, General Julio Argentino Roca, pronunció las siguientes palabras:
"Señor comandante y señores oficiales de la "Uruguay": El gobierno argentino no podía ser indiferente a la suerte del intrépido explorador Nordenskjold y del "Antarctic" en la que ha ido además un oficial compañero vuestro. Esta en ello interesada la ciencia y es un deber de humanidad.
No vais a una empresa extrahumana, aunque si a pruebas de fatigas rudas, de contratiempos y de serios peligros en las inmensas soledades de los mares del polo.
Pero sois jóvenes, lleno de vigor físico y moral, y animados del más noble espíritu por realizar una obra que merecerá los aplausos del mundo científico.
Llevais Comandante Irizar a vuestras órdenes un buque fuerte y bien provisto, como para resistir un terrible choque y aprisionamiento de los témpanos, y una tripulación que sabrá mostrarse, en todos los momentos, a la altura de la circunstancias y del nombre y de la bandera que llevan, debiendo tener siempre presente que el resultado de la expedición dependerá principalmente de vuestra pericia y energía, y de vuestro denuedo como Jefe."
Instrucciones del Ministro de Marina, Capitán de Navío Onofre Betbeder al Comandante de la Corbeta "Uruguay".
"1º) Habiéndose resuelto enviar una expedición bajo sus ordenes al circulo antártico, con el objeto de llevar socorros al señor Nordenskjold y sus acompañantes que se suponen en peligro a causa de faltar noticias del buque "Antartic", que debió llegar a nuestras costas con los expedicionarios antes del 30 de abril pasado, y estando terminada la obra de reforzar convenientemente a la "Uruguay", y provista para una posible estadía de treinta meses en esas altas latitudes, zarpara Ud. De este puerto el jueves 8 del corriente a las 2 p.m. con rumbo a la isla de Año Nuevo.
2º) Si debido al reciente cambio general de instalaciones ocurriera algo en la máquina, calderas u otra parte del buque, que hiciera necesario su recalada a puerto, queda Ud. Facultado para entra en Bahía Blanca u otro puerto de la costa y permanecer allí el tiempo que fuere necesario para corregir cualquier defecto que apareciera. Es previsión de la perdida de tiempo que por esta causa pudiera ocurrirle, que no se demora mas su partida de este puerto.
3º) En la Isla Año Nuevo recogerá y agregara Ud. Al estado mayor de la "Uruguay" al alférez de fragata don Enrique Plate, quedando, sin embargo, autorizado para retener a bordo al alférez de fragata don Felipe Fliess, en lugar del nombrado, si así lo creyera conveniente, y tomara a bordo los instrumentos cuyas listas se adjuntan y que serán utilizados durante su viaje en estudios de magnetismo terrestre.
4º) Desde la Isla Año Nuevo seguir usted viaje hasta Ushuaia, donde repondrá el carbón que haya usado, y tomara, además , la cantidad que considere prudente cargar fuera de la carbonera, del que le ha sido expresamente enviado a dicho punto.
5º) Cargados el carbón y los víveres que necesite, esperara Ud. Hasta el día 1º de noviembre la llegada de las expediciones sueca y francesa, que se dirigen también al Sur con igual objetivo de socorrer a Nordenskjold, y procurara ponerse de acuerdo con sus jefes para mejor éxito de la misión común de auxilio.
6º) Si no llegaran allí hasta la fecha mencionada, zarpara Ud. En la primera semana de noviembre con destino a la Isla Seymour, en la Tierra de Grahan, siguiendo en lo posible la derrota marcada en el plano adjunto, debiendo recalar al sitio mas conveniente para comunicar con el señor Nordenskjold, a quien se supone en l estación de invernada, al pie de Snow Hill, o en el deposito de provisiones establecido cerca del Cabo Seymour.
7º) Si no hallase al señor Nordenskjold y sus compañeros en los puntos mencionados, hecho que indicara que la expedición ha sido recogida por el "Antarctic" y aprisionada después por el hielo, o que ha naufragado, procederá usted de acuerdo con las instrucciones que el señor Nordenskjold debe haber dejado en la estación.
8º) Si hallare al señor Nordenskjold en la estación de invernada, sin que este tenga conocimiento de la suerte del "Antarctic", embarcara usted a dicho señor y sus compañeros y procederá de acuerdo con el a buscar el "Antarctic".
Las instrucciones siguen en otros ocho artículos que no se transcriben.
NAVEGACION DE LA CORBETA "URUGUAY"
Tras una navegación normal, la "Uruguay" recaló en la isla de Año Nuevo el 16 de octubre donde recogió el instrumental meteorológico y magnético para cumplir con las observaciones ordenadas y de allí continuó su viaje al puerto de Ushuaia donde se aprovisionó de carbón y víveres.
De acuerdo a directivas recibidas anteriormente, el comandante Irizar zarpó de Ushuaia el 1° de noviembre en busca del cruce del pasaje Drake y el 5 se avista la isla 25 de Mayo y pone rumbo a la isla Joinville donde decide recalar en ella, para buscar la ruta mas adecuada para penetrar el golfo Erebus y Terror. Allí eligió la entrada por el Este al golfo citado cruzando algunos campos de hielo abierto, reconociendo luego la isla Paulet, que como se mencionó anteriormente era el lugar dónde habían quedado los náufragos del "Antarctic" refugiados en una choza de piedras.
La navegación hasta ese momento estaba resultando relativamente fácil, pero a medidas que navegaban con rumbo Sur hacia el cabo Seymour, fueron detenidos por hielo más compacto y allí fondearon en una bahía formada por el mencionado cabo y la isla Cockburn.
En la madrugada del día 7 de noviembre desembarcaron en ese lugar tres hombres con el objeto que atravesaran la isla Seymour hacia el Este, tratando de llegar al depósito de provisiones que sabían debía existir en ese lugar.
Cruzaron la isla y después de recorrer parte de la costa Este en una playa de fácil acceso, encontraron un bichero clavado en un mojón de piedra el cuál tenía las siguientes inscripciones: JASÓN 1899, Sobral, Andersson, Octubre 1903.
El mojón fue removido y escarbaron sus alrededores sin encontrar ninguna nota o mensaje.
Encontraron también algunas pisadas relativamente frescas, a las que pudieron seguir hasta cierta parte del terreno duro, donde las mismas se perdían.
Cuando regresaron a la corbeta, los hombres le informaron a Irizar que el viento del NW que en ese momento soplaba, estaba retirando el hielo del mar en las proximidades de la isla Seymour (hoy isla Vicecomodoro Marambio), hacia el Sur, y que ahora era posible pasar con el buque. Ante esta situación, Irizar decidió partir de inmediato rumbo a la isla Cerro Nevado, y fue tan oportuna la zarpada que al virar el viento al Sur, los hielos bloquearon el fondeadero en pocos minutos, lo que les evitó quedar encerrados por algún tiempo.
Iniciado el recorrido de la costa oriental de la isla Seymour, cuando eran las 5 de la mañana del día 8 de noviembre, pese a la refracción y a la distancia a la que se encontraban, pudo observarse un bulto grande, el que después resultó ser una carpa.
Se aproximaron a la costa y aguantando el buque con el motor, el Capitán Irizar y el Teniente Yalour bajaron en una ballenera para investigar y ante algunos llamados efectuados a viva voz, escucharon una respuesta emocionada desde su interior.
Se trataban del Dr. Bodman y el Marinero Akerlund, cocinero de la estación invernal de Cerro Nevado, que se encontraban en ese momento en el depósito de víveres de la isla Seymour efectuando una recolección de huevos de pingüino destinados a la próxima invernada. Esto ocurrió a solo 8 km donde en la actualidad se encuentra la pista de aterrizaje y la Base Marambio.
Akerlund fue el primero en primero en salir de la carpa, y Bodman nunca pudo entender el laconismo de su compañero de carpa cuando este vio a los argentinos y a la corbeta y solo le dijo: "Ahí afuera aguarda un buque argentino".
Según relata el Dr. Bodman "... me desperté a causa de las voces que daban fuera de la tienda, escuchando con gran sorpresa a alguien que llamaba a Sobral, y que por lo visto se aproximaba. Adiviné, sin embargo, enseguida, que no eran los del "Antarctic" los que acababan de llegar.
Era la expedición argentina que venía en nuestro auxilio.
No tardamos en ver a dos oficiales de marina mostrando sus semblantes risueños y pronto la conversación se hizo general. Desmontamos la tienda lo más pronto posible; yo me puse las botas, pues con la precipitación me había olvidado por completo que estaba descalzo y hasta entonces no sentí frío.
Nos obsequiaros, de momento, los recién llegados, con pastillas de chocolate que huelga decir lo exquisitas que nos parecieron después de tanto tiempo. Pero la mayor satisfacción y sorpresa que experimenté fue cuando, a más de esto, el capitán Irizar sacó un cigarro que me obsequió con suma amabilidad"
Inmediatamente, Irizar dispuso trasladarse a la estación invernal de Cerro Nevado, distante a unos 20 kilómetros, para lo cuál envió instrucciones al segundo comandante para que aguantara convenientemente con el buque, e inició la marcha a pie con el teniente Yalour y los dos miembros de la expedición de Nordenskjöld recientemente encontrados.
Después de 7 horas de marcha llegaron a la estación invernal donde fueron recibidos con profunda emoción y alegría por el Dr. Nordenskjöld, el Teniente Duse, el Alférez Sobral y el Dr. Ekelöff.
A las dos de la mañana del día 9 de noviembre, la corbeta "Uruguay" fondeó frente a la punta norte de la isla Cerro Nevado y el Teniente Hermelo bajó con las cartas de navegación para discutir con el Comandante Irizar, y el Dr. Nordenskjöld los planes para realizar la búsqueda del "Antarctic".
Allí se encontró con la grata sorpresa de que a las diez de la noche del día anterior, había arribado en una ballenera el Capitán Larsen y cinco hombres, provenientes de la isla Paulet donde habían sido obligados a invernar por el hundimiento del "Antarctic".
Con la oportuna llegada del capitán Larsen a Cerro Nevado, la misión encomendada a la "Uruguay" quedó muy simplificada, por lo cuál Irizar resolvió que, una vez evacuada la gente de la estación invernal, zarparía con destino a la isla Paulet para embarcar a los náufragos del "Antarctic" que aún quedaban allí. .
EL RETORNO DE LA "URUGUAY"
El día 10 de noviembre por la tarde se completó el embarco del Dr. Nordenskjöld y sus compañeros, con sus equipajes y las colecciones de muestras que habían obtenido en su estadía de dos años.
A bordo de la "Uruguay" la oficialidad y la tripulación reunida en cubierta, izaron la bandera sueca al acercarse los botes con los expedicionarios, y un fuerte "Hurra, Hurra, Hurra"al unísono los saludó al pisar la cubierta del buque de rescate.
El comandante Irizar, considerando que el golfo Erebus y Terror sería el punto de recalada forzosa para cualquier expedición en desgracia en esta parte de la Antártida, juzgó útil y altamente humanitario dejar depósitos de víveres en los lugares más accesibles.
Con la opinión de Nordenskjöld y Larsen, se seleccionaron las islas Seymour y Paulet y allí se depositaron víveres y elementos de supervivencia con una lista en inglés con el contenido de los mismos. También se dejó un aviso de la visita de la corbeta "Uruguay".
Ese mismo día se prosiguió el viaje a la isla Paulet, arribando a la madrugada del día 11 al sitio donde la tripulación del "Antarctic" había pasado el invierno.
En esa casa levantada con lajas de piedras del lugar, albergó durante nueve meses a veinte hombres (11 noruegos, 7 suecos y 2 ingleses) en un espacio de 10 x 6 x 1,20 metros de altura, donde vivieron miserablemente expuestos a todos los peligros propios y donde lamentablemente murió un solo hombre.
El marinero O. Wennersgaard, que había sido colocado bajo un túmulo de hielo, fue sepultado en una tumba definitiva sobre la cuál el comandante Irizar cumplió con la sagrada obligación de colocarle una cruz de madera sobre la misma.
Antes de zarpar se aprovisionó la choza de piedra con los víveres y demás elementos mencionados anteriormente, y a solicitud del Dr. Nordenskjöld el buque puso proa a bahía Esperanza para recoger una importante colección de fósiles dejados allí por el Dr. Andersson.
A la una de la tarde del día 11 de noviembre, la "Uruguay" llegó frente a la bahía y con un bote que se bajó especialmente de la corbeta, se recogieron los fósiles que fueron llevados a bordo.
Fuente: Propias y del Comodoro Salvador ALAIMO