Es el referente antártico de mayor prestigio en la Fuerza Aérea Argentina
El Vicecomodoro Mario Luis OLEZZA, nació el 25 de febrero de 1929 en la ciudad de Buenos Aires y perdió su vida a los 48 años de edad en un trágico accidente de aviación el 3 de junio de 1977, en la localidad de Virreyes, de la provincia de Buenos Aires.
Cursó los estudios secundarios en el Colegio Nacional Buenos Aires. En esos históricos claustros cimentó su vocación ciudadana y su ilimitada fantasía que se elevó hacia los espacios.
Ingresó a la Fuerza Aérea Argentina en la Escuela de Aviación Militar el 1 de marzo de 1947, cuando tenía 18 años de edad y a fines del año 1950 egresó con el grado de Alférez.
Fue quién prácticamente impulsó la actividad aérea en la Antártida, programando y ejecutando planes de instrucción sobre el glaciar Upsala, entrenando a tripulaciones en las operaciones aéreas en hielo y nieve.
Efectúo varios cruces al pasaje de Drake en aviones Douglas C-47, cumplió misiones de búsqueda, rescate y reconocimiento en la primera expedición terrestre al Polo Sur; llegó al Polo Sur y de allí continúo hacia el norte en vuelo transpolar. Como Jefe de la División Antártica realizó importantes trabajos con visión de futuro.
Prestó servicios en distintas unidades aéreas y organismos de la Fuerza Aérea Argentina, destacándose como alumno en los cursos de la Institución.
Siendo un joven oficial, entre los años 1951 y 1955, mientras prestaba servicios en el Grupo 2 de Caza, pudo concretar sus sueños de volar en los históricos aviones "Gloster Meteor IV", primeros aviones de reacción de la Fuerza Aérea Argentina.
En 1962, fue ayudante del Jefe de Estado Mayor General, jefe accidental de la División Antártica, y jefe de las operaciones "Upsala", "Meteoro" y "Sur". Intervino en la planificación y ejecución de las tres operaciones aéreas.
Creó en el glaciar Upsala, provincia de Santa Cruz, el Centro de Entrenamiento Preantártico de la Fuerza Aérea Argentina, para realizar operaciones en el hielo continental argentino, donde se formaban las tripulaciones para operar en la Antártida con esquíes.
Con esta capacitación por primera vez en la Fuerza Aérea -en 1962- con un avión Douglas C-47, matricula TA-33, anevizaba en un glaciar en la Antártida, después de haber volado entre Río Gallegos y la Base Antártica Matienzo, penetrando hasta los 78ºS.
Intentaron el primer vuelo transpolar de la historia Antártica, pero el 10 de diciembre de 1962, mientras decolaba desde la Estación Científica Ellsworth hacia el Polo Sur se accidentó el avión, incendiándose y destruyéndose totalmente.
En ese accidente ayudó a evacuar tripulantes y pasajeros rezagados por la desesperación y fue el último en abandonar el avión sufriendo varias quemaduras. Recibió la plaqueta por "Hechos Sobresalientes de la USAF" y una felicitación del Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea Argentina, por: "el ejemplar proceder en el accidente del TA-33, al permanecer en su puesto de Comandante de Aeronave, a pesar del fuego a bordo".
Además recibió los títulos de Expedicionario al Desierto Andino (EDA), Expedicionario al Desierto Blanco (EDB) y la plaqueta del Ejército por el Primer Servicio de Transporte a la Antártida.
En el año 1963 prosiguió con los estudios, previsiones y planificación de operaciones aéreas hacia y en la Antártida Argentina.
Al mismo tiempo publica artículos en la revista "Aeroespacio"; algunos relacionados con la Antártida y otros con la ubicación de las Fuerzas Armadas en el problema geopolítico e histórico argentino.
En 1964, planificó y ejecutó las operaciones "Glaciar" y "Matienzo" en Upsala y en la Antártida respectivamente, cuyo objetivo era determinar la factibilidad de concretar el vuelo transpolar con otro Douglas C-47, el TA-05.
Fue ayudante del Secretario de Aeronáutica y Jefe de Prensa de la Fuerza Aérea Argentina.
A requerimiento del Ejército Argentino, en el TA-05 trasladó desde la Base El Palomar a la Base Belgrano, al entonces Coronel Jorge Edgard LEAL, donde inició la travesía polar de nuestro Ejército Argentino, que arribó en patrulla terrestre al Polo Sur el 10 de diciembre de 1965 en memorable hazaña.
Se concretó también el traslado de todo el equipo de personal y material para el primer lanzamiento de cohetes "Gamma Centauro" en la Antártida.
En apoyo a al expedición terrestre al Polo Sur, instala un depósito de víveres y combustibles en la meseta antártica a los 84ºS.
Comandó la Primer Escuadrilla Aérea al Polo Sur, utilizando dos aviones monomotor DHC-2 "Beaver" (matrículas P-05 y P-06) y un avión bimotor (con turbina a reacción en su cola), el Douglas C-47, matrícula TA-05; continuando su vuelo transpolar con rumbo norte hasta la estación McMurdo de los Estados Unidos, ubicada del lado opuesto al Sector Antártico Argentino, a orillas del mar de Ross.
Por esta tarea recibe felicitaciones de dos presidentes de la Nación; del Congreso Nacional, del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la FFAA.
En la Campaña de Verano 1967/68 fue Jefe del Componente Aéreo en la Campaña Naval Antártica, a bordo del rompehielos General San Martín (Q4), abasteciendo desde un témpano a la deriva la Base Aérea Teniente Matienzo que estaba en emergencia, utilizando por primera vez en una misión en la Antártida los helicópteros Bell UH-1H, lo que permitió continuar la actividad en dicha Base.
Durante el año 1969 fue Comandante del Grupo Aéreo de Tareas Antárticas, planificando y ejecutando la Operación "Marambio", participando el 25 de septiembre de 1969 del primer aterrizaje con ruedas en la Antártida, con el avión DHC-2 Beaver con sistema de esquí-rueda, cuando la precaria pista que estaba construyendo la Patrulla "Soberanía" tenía solamente 300 m de longitud.
El 27 de septiembre de 1969, al mando del Douglas C-47, matrícula TA-05, realizó la misma proeza cuando esta pista tenía solo 400 metros de longitud.
Recibió el Premio "Mayor Luisione"; el premio literario "Pampero" por Historia Espacial; y el Distintivo Antártico de la Fuerza Aérea, por mérito especial.
El 2 de abril de 1971 se retiró de la Fuerza. Desde entonces, luchó por hacer oír su verdad. Radio Nacional difundió su permanente sueño antártico. Su empuje abrió al país la última ruta aérea.
Fue presidente del Aeroclub Argentino, director de Radio Nacional, poeta, escritor, periodista, locutor radial y continuó viviendo su pasión de volar, hasta el 3 de junio de 1977, fecha en que perdió la vida en un accidente de aviación en inmediaciones del conurbano bonaerense.
Alguna vez dijo: "La fantasía es la madre de las realidades futuras. El vuelo es un ejemplo claro y positivo de esa fantasía hecha realidad. Cuando se pierde la ilusión, se pierde la esperanza y con ello el futuro. Se derrumba el presente y se hace inútil el pasado".
Afirmaba un cronista de Clarín en una nota de despedida al Vicecomodoro (R) Mario Luis OLEZZA: "Era un argentino de esos que no se reponen, que dejó huella."
No quiso velatorio ni honras fúnebres, una decisión que evidenciaba su desdén por las superficialidades del mundo.
Fue un Caballero del Aire, defensor del espacio aéreo antártico argentino, y fue el precursor y artífice del vuelo transpolar.
El 23 de abril de 2005 se inauguró una plazoleta en su homenaje en el Aero Country Club de General Rodríguez.
El 12 de julio de 2008 se le dió al aeródromo de Zapala, provincia de Neuquén el nombre de "Vicecomodoro Mario Luis OLEZZA".
El 23 de enero de 2014 se le dió su nombre al edificio de la Dirección de Asuntos Antárticos de la Fuerza Aérea Argentina, que tiene su asiento en la I Brigada Aérea de El Palomar, provincia de Buenos Aires.
Lleva su nombre también, una pequeña calle de la ciudad de El Calafate, provincia de Santa Cruz.
En su homenaje el Día de la Antártida Argentina, el 22 de febrero de 2015, con la concurrencia de autoridades nacionales, provinciales y municipales se descubrió un busto de bronce sobre un pedestal de mampostería en el “Paseo de los Exploradores Antárticos", de la Ciudad de Ushuaia, provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, que está frente al Canal de Beagle; contando ahora con cinco bustos de Exploradores Antárticos cuyos rostros miran hacia el sur, hacia la Antártida Argentina; ello son: el Almirante Julián IRIZAR, el Alférez de Navío José María SOBRAL, el Mayor EA Gustavo Adolfo GIRÓ TAPPER, el Barón Adrien de GERLACHE y ahora el Vicecomodoro Mario Luis OLEZZA.
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