Primera transmisión radial en vivo
protagonizada por los "Locos de la azotea"
El 27 de agosto de 1920, desde el Teatro Coliseo, Buenos Aires, Argentina
Conozcamos a Enrique Telémaco SUSINI pionero de la radiodifusión mundial; nació el 31 de enero de 1891 en Gualeguay, Entre Ríos, Argentina, era médico otorrinolaringólogo, músico y radioaficionado y con una intensa trayectoria de vida; falleció a los 81 años de edad en Buenos Aires el 4 de julio de 1972.
Después de ser protagonista de "Los locos de la azotea", durante las décadas de 1920 y 1930, se convirtió en un exitoso empresario de las nacientes industrias de la radio y el cine.
Siguiendo su carrera en los medios, también fue fundador de los estudios de cine Lumiton, en la localidad de Munro, partido de Vicente Lopez de la Provincia de Buenos Aires, bajo la cual él mismo dirigió una de las primeras películas sonoras, la comedia "Los tres berretines", con Luis Arata, Luis Sandrini y Luisa Vehil, estrenada el 19 de mayo de 1933 y fue el Director General de la primera transmisión de televisión en Argentina realizada por Canal 7.
En 1925 conoció a Albert Einstein, el padre de la Teoría de la Relatividad, quien no dudó en calificarlo como "una de las primeras inteligencias de la Argentina".
Guió el proyecto que llevó a la primera transmisión de radiodifusión en Argentina, y subsecuentemente una de las primeras estaciones de radiodifusión con programación regular en el mundo.
Eran las 21 horas del día 27 de agosto de 1920, cuando se produjo este hecho histórico, desde el Teatro Coliseo de Buenos Aires el Dr. Enrique Telémaco Susini, anunciaba con su voz de barítono:
"Señoras y señores: la sociedad Radio Argentina les presenta hoy el festival sacro de Ricardo Wagner, Parsifal, con la actuación del tenor Maestri, el barítono Aldo Rossi Morelli y la soprano argentina Sara César, todos con la orquesta del teatro Costanzi de Roma, dirigida por el maestro Félix von Weingarten."
Este acontecimiento tuvo como protagonistas además de Susini a otros inventores, estudiantes de medicina, jóvenes de clase alta, apasionados por la lírica.
Ellos fueron Miguel Mujica (sobrino de Susini), César Guerrico y Luis Romero Carranza, que leía versos del Martín Fierro que recepcionaba Ignacio Gómez Aguirre.
Los llamaron "Los locos de la azotea" porque desde las terrazas buscaban obsesivamente la forma de que las voces y los sonidos atravesaran el éter y llegaran a la gente.
Aquella noche, con un micrófono para sordos, al que le habían agregado una bocina, en el paraíso del Teatro Coliseo, con un transmisor de 5 vatios, que por lo precario parecía atado con alambres, ubicados en la azotea y con una antena entre el teatro y la cúpula de la casa de Cerrito y Charcas, este "milagro" se hizo realidad.
Esa noche en los pocos receptores a galena existentes en la ciudad, pudo escucharse la primera transmisión en vivo que se hizo a nivel mundial.
El entonces presidente Hipólito Irigoyen dijo:
"Cuando los jóvenes juegan a la ciencia es porque tienen el genio adentro."