APORTE PARA REFLEXIONAR
ANTÁRTIDA ARGENTINA y LÍMITES DE TIERRA DEL FUEGO
Autor: Equipo Hielo Azul
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5. TÍTULOS DE SOBERANÍA
“Desde 1904 y sin interrupción alguna el pabellón de la Patria flamea en un Sector de la Antártida, continente tan extenso como toda la América del Sur y cuya riqueza hoy apenas conocida, constituye una de las más grandes reservas materiales de la humanidad. Vuestro desinteresado sacrificio y el de los compatriotas que os precedieron, han hecho posible a lo largo de dos generaciones afirmar de modo real y efectivo que la Antártida Argentina es para siempre parte inseparable del Territorio Nacional.” (Presidente Arturo Frondizi - fragmento del mensaje emitido desde la radio-estación de la Base Decepción el 6 de marzo de 1961, meses antes de comenzar la vigencia del Tratado Antártico.)
Los títulos de soberanía argentina en nuestro Sector Antártico son antiguos y sólidos, pues consideramos que siempre perteneció a nuestro país, desde aquella bula ‘Inter caetera’ (año 1493) del Papa Alejandro VI que dio origen al Tratado de Tordesillas, fijando un meridiano a 370 leguas del Cabo Verde trazado desde el Polo Ártico al Antártico, otorgando a España derechos de posesión sobre territorios a descubrir hacia el Oeste.
A los fundamentos históricos, como la actividad de foqueros rioplatenses en la Península y autorizaciones oficiales otorgadas desde 1818 para operar en la región, así como el apoyo oficial y particular brindado a numerosas expediciones de diversas banderas –incluyendo la noruega de Roald Amundsen, primera en alcanzar el Polo Sur-, se agregan los de contigüidad, continuidad geográfica y permanencia:
Contigüidad: Argentina y Chile son los países más próximos al continente, situados a casi 1.000 km del Norte de la Península Antártica. Esto -además de un derecho-, constituye un privilegio dada la compleja logística necesaria para operar en la Antártida.
Continuidad: La Cordillera de los Andes se sumerge en el Sur americano formando una “S” denominada Arco del Scotia (nombre del barco del investigador Williams S. Bruce) o Arco Antillano Antártico, emergiendo en zonas como archipiélagos y definitivamente en la Península Antártica, cuya topografía ha merecido el nombre de “Antartándes”. (Ver Anexo 4)
Ya el expedicionario Francés Jean B. Charcot en 1905 llamó “andesitas” a ciertas piedras halladas allí.
Hoy recientes hallazgos paleontológicos lo confirman.
Este principio coincide con la Teoría de la Confrontación, que señala la prolongación del dominio de un país sobre territorios contiguos, aunque separados por determinados accidentes geográficos.
Permanencia: Además de las incursiones esporádicas de argentinos en esas regiones, el expedicionario escocés William S. Bruce cedió la estación científica de las Islas Orcadas al gobierno argentino, que las ocupó en forma permanente desde el 22 de febrero de 1904 hasta la actualidad.
Ese mismo año nuestro gobierno apoyó la fundación de la Compañía Argentina de Pesca (CAP) con centro operativo en el Puerto de Grytviken, situado en la Isla San Pedro del archipiélago sub-antártico Georgias del Sur.
Las mediciones diarias de temperatura realizadas desde entonces en Orcadas, hoy representan una inestimable base de datos para analizar el fenómeno del calentamiento global en la región.
Durante 40 años la República Argentina fue el único país con personal oficial permanente en esas latitudes.
También fue el primero en instalar Estaciones permanentes al Sur del Círculo Polar Antártico, la base San Martín.
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