BREVE HISTORIA DE UN PIONERO EN TECNOLOGIA ESPACIAL
por Miguel Alejandro SÁNCHEZ PEÑA05-ABR-1925 ~ Brigadier Miguel SÁNCHEZ PEÑA ~ 22-MAR-2009
MI PADRE
Esta historia se inicia en Mendoza, mas específicamente en Rivadavia, cuando nace un 5 de abril de 1925, Miguel Sánchez Peña, hijo de Salvador Sánchez y María Peña, ambos españoles, oriundos de Almería.
Estudió en el colegio nacional de la ciudad de Mendoza y colaboró con su padre (albañil) en sus tareas diarias. Además su amor por la montaña lo llevo desde muy joven a realizar excursiones andinas.
Su vocación aeronáutica lo llevo a ingresar en la Escuela de Aviación Militar en Córdoba, donde egreso como Alférez y continúo sus estudios en Ingeniería Aeronáutica en la Escuela Superior de Aerotecnia, hoy Instituto Universitario Aeronáutico.
Su primer destino fue en su Mendoza natal, en la IV Brigada Aérea con asiento en El Plumerillo, donde desarrollo sus tareas en el Grupo Técnico, allí además tuvo la iniciativa de escalar el Aconcagua: “En mis años de juventud, en la época de estudiante secundario en el Colegio Nacional Agustín Álvarez de Mendoza, junto con algunos compañeros gustábamos realizar excursiones a la montaña principalmente en la precordillera u otros cordones de mayor altura.
Allí el suboficial Fanelli, el suboficial Luque y otros compañeros, amantes de la montaña habían formado la Patrulla Alas Argentinas.
Dijo Sánchez Peña “Dado mis antecedentes me ofrecieron integrara dicha patrulla, a lo que accedí y me integre al proyecto de ascender el coloso de America, el cerro Aconcagua." (1)
Posteriormente fue becado por la Fuerza Aérea, para hacer un Master en Ciencias Aeroespaciales en la Universidad de Michigan, EE.UU., donde conoció a alguno de los futuros astronautas en los Proyectos Gemini y Apollo, compañeros de estudio.
Al regresar al país fue destinado a Córdoba y al respecto comentaba que: “Durante las décadas de los años 1960 y '70 se concretó el Instituto de Investigaciones Aeronáuticas y Espaciales (IIAE) en Córdoba, dependiente de la Fabrica Militar de Aviones (FMA), el desarrollo de una familia de cohetes-sonda para la investigación de la alta atmósfera. En base a dos tipos de granos de propulsante sólido (Melanie y Mimosa), importados de Francia, se desarrollaron cuatro tipos de cohetes: de una etapa el ORIÓN y el CANOPUS, y de dos etapas el RIGEL y el CASTOR." (2)
OPERACIÓN MATIENZO
En el mes de septiembre de 1963 comenzó a tomar forma, en el Instituto de Investigación Aeronáutica y Espacial de Córdoba, la idea de realizar una experiencia científica en la Antártida.
Se había trabajado intensamente en el diseño de cohetes; sus laboratorios de electrónica, de radiaciones, de materiales, sus túneles de viento y bancos de ensayo, darían el soporte técnico necesario.
La Fuerza Aérea Argentina, realizaba desde hacia muchos años vuelos sobre la Antártida y ya en ese entonces contaba con la Base Aérea Teniente Matienzo, desde la cual operaban aviones pequeños como los Beaver monomotores con esquíes y a dicha Base se podía llegar con aviones Douglas C-47, equipados con sistemas de esquí-ruedas" (3)
EXPERIENCIA ESPACIAL ARGENTINA-PERÚ
Una delegación de oficiales de la Fuerza Aérea Peruana (FAP), realizo una estadía de capacitación y entrenamiento teórico-practico de varias semanas, en cohetería en el instituto en Córdoba.
A su vez la Argentina envío al Perú al Comodoro Juan José Tasso de la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CNIE) y al Vicecomodoro Miguel Sánchez Peña, Jefe del Departamento --Desarrollos Espaciales del Instituto de Investigaciones Aeronáuticas y Espaciales (IIAE), quienes asesoraron a las autoridades de la FAP en lo relativo a formar en Perú una Comisión Espacial y verificar posibles lugares aptos para los lanzamientos de cohetes. (4)
Al ascender al grado de Comodoro fue destinado al Área de Material Río Cuarto, Córdoba, donde fue Jefe de la misma, además de sus tareas en el nuevo destino, continuo con la actividad aeroespacial su gran pasión.
Al regresar a Buenos Aires ocupo el cargo de Presidente de la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales, donde ascendió al grado de Brigadier, siendo su último cargo en la Fuerza Aérea.
Allí desarrollo una gran tarea desde la Lucha Antigranizo en Mendoza, con el desarrollo de cohetes producidos en la Fábrica de Aviones; el Relevamiento Satelital de la Tierra (percepción remota) y otros temas espaciales.
Fue nombrado miembro de la International Academy of Astronautics (IAA).
Miembro de Sociedad de Especialistas en Percepción Remota y Sistemas de Información Espacial (SELPER).
Recibió la medalla Fundación Wernher Von Braun año 2007, en reconocimiento al pionero aeroespacial.
Su último cargo fue la Presidencia en el Instituto Nacional Newberiano, donde trabajo en pos de la divulgación de la Historia Aeronáutica y Espacial, allí constituyo junto a sus miembros la Federación Internacional de Estudios Históricos Aeronáuticos y Espaciales (FIDAE).
Lo importante a destacar de su vida fue su gran amor a la patria, su familia, amigos y honestidad en todo lo que realizo y con un gran compromiso.
Se nos fue el domingo 22 de marzo de 2009, en Buenos Aires a la edad de 83 años, pero queda en nuestros corazones el recuerdo de un gran padre, amigo, esposo; quien dejo un legado a las generaciones futuras que no debe ser olvidado ya que la Argentina grande se hace con hombres como él.
Miguel Alejandro Sánchez Peña
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Lea sobre las Experiencias Espaciales en la Antártida aquíFUENTES
1. Primera Expedición de aeronáutica al Aconcagua. Por Brig. (R ) ing. Miguel Sánchez Peña publicado en la revista Aeroespacio.
2. Experiencia Espacial Argentina – Perú, por Brig. (R) Miguel Sánchez Peña, publicado en IX Congreso Internacional de Historia Aeronáutica y Espacial, Bs. As – Rep. Arg. 2005.
3. Experiencia Espaciales Argentinas en la Antártida, por Brig. (R) Miguel Sánchez Peña, publicado en Anuario 2002, Instituto Nacional Newberiano, Recordando Historias Aeronáuticas y Espaciales, Secretaria de Cultura Presidencia de la Nación.
4. IXº Congreso Internacional de Historia Aeronáutica y Espacial. Buenos Aires – Republica Argentina 2005 Pág.: 41.