Nuevo contexto de pandemia en las campañas antárticas
Situación de la Escuela N°38 de la Base Esperanza

Está próxima a iniciarse la Campaña Antártica de Verano (CAV 2020/21) y la Campaña Antártica de Invierno (CAI-2021); las mismas se van a realizar bajo un estricto protocolo que se adapta a los requerimientos dispuestos para evitar la propagación del nuevo virus que preocupa a la humanidad: el COVID-19.

Además de los desafíos típicos de cada Campaña Antártica, este año se suma la preocupación por el riesgo de contagio en el contexto de pandemia.

Según se conoce hasta la fecha, la Antártida permanece libre de casos declarados de covid-19 y las autoridades argentinas quieren que se mantenga así.

Por tal motivo las autoridades nacionales han pensando en un protocolo para evitar que la Antártida se vea afectada por el virus.

Como ya todos sabemos, la preparación habitual de la Campañas Antárticas de Verano requiere del relevo de las dotaciones y el abastecimiento de las bases permanentes y temporales que Argentina alberga en el continente, pero en estos días, existe una responsabilidad especial para evitar que el virus llegue allí a la Antártida.

Esta responsabilidad conlleva a la necesidad de ejecutar un severo protocolo sanitario que consta del aislamiento preventivo de 14 días de todas las personas que tengan que ser trasladas a la Antártida.

El primer día, a cada uno de sus integrantes se le realizará un test de PCR, un hisopado que detecta si la persona está infectada con coronavirus.

Luego, se procede al inicio de la cuarentena de dos semanas donde se les realizará controles médicos de rutina.

Y una vez finalizado los 14 días de aislamiento, cada integrante de la dotación debe someterse nuevamente a un test de PCR.

Así, con el resultado del hisopado negativo, se lo autoriza a viajar a la Antártida, sea por avión o buque.

La Campaña Antártica de Verano (CAV) consta de tres fases que se completan cada año, la primera comienza normalmente a fines de octubre o principios de noviembre y tiene como tarea principal el relevo y abastecimiento de la Base Marambio y otras al norte de la misma.

La fase dos, inicia en el mes de enero donde se procede a realizar el relevo de la Base Belgrano II, la más lejana.

La fase tres que completa las tareas de la Campaña Antártica de Verano,  en la Base San Martín.

Como condición por el contexto de pandemia, se estableció que habrá varios cambios con el objetivo de disminuir el riesgo de contagio. 

Uno  de los cambios establecidos es que las bases temporarias y refugios no podrán ser ocupados como en Campaña Anteriores.

Para disminuir el riesgo, se reducirá la cantidad de personal que viajará a la Antártida, para empezar el personal científico y de investigadores que desarrollan actividades en las bases permanentes y que invernan allí será limitado, como también el personal que desarrolla las tareas esenciales durante la etapa de verano.

La reducida capacidad de personal operando en la Antártida y la suspensión de varias actividades pone en cuestionamiento cuál será el verdadero alcance de la campaña antártica argentina y que sucederá de cara al futuro en un contexto internacional donde los especialistas epidemiólogos del mundo aseguran que la situación ocasionada por el covid-19 no cambiará en

El continente antártico supone uno de los territorios más hostiles y alejados del planeta que alberga uno de los ecosistemas menos alterados del mundo y el mismo ejerce un rol estratégico como regulador de climas, temperaturas, vientos y corrientes marinas, con lo cual, su importancia se extiende a todo el planeta Tierra, y no sólo al territorio argentino.

Gracias a la actividad que realizan los científicos en la Antártida, se pueden realizar estudios que analizan el cambio climático, – al estudiar el hielo y como estos se derriten – y con ello predecir el futuro ambiental del mundo y de la Argentina, en un contexto también preocupante de calentamiento global.

La Campaña Antártica de Verano le brinda a la Argentina el privilegio de ostentar presencia en uno de los territorios más valorados del planeta, y sostener año a año tareas de labor científica que favorecen a la humanidad.

SITUACIÓN DE LA ESCUELA N°38 DE LA BASE ESPERANZA

La Escuela Nº 38 "Presidente Raúl Ricardo Alfonsín",dependiente de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, que funciona la Base Esperanza, tuvo actividades presénciales durante todo el año lectivo 2020, pero debido a la reducción del personal para la Campaña Antártica de Invierno (CAI-2021), no viajarán las familias, por tal motivo, la falta de alumnado hará que no sea necesario abrir la escuela más austral del país, pero ante el impacto de esta medida, se anunciaron que será de manera absolutamente excepcional, volviéndose a reabrir, si las circunstancias lo permiten, en el año posterior (2022).

En otros años el gobierno fueguino estaría ya pensando en el próximo matrimonio de docentes que seleccionaría para mandar a la Antártida durante todo el ciclo lectivo, pero como no habrá estudiantes en 2021, no será necesario realizar la convocatoria.

Los requisitos para ser docentes en la Antártida son: ser un matrimonio, residir en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, por desde hace tres años y tener un proyecto educativo para un alumnado de diversas edades, desde el ciclo básico hasta talleres para la comunidad.

En los primeros días del mes de noviembre de 2020 terminarán la primera parte del ciclo lectivo 14 estudiantes que asistieron de manera física a la escuela Nº 38 "Presidente Raúl Ricardo Alfonsín", dos en el nivel inicial, siete en el primario y cinco en el secundario.

La dotación completa actual (2020) de la Base Esperanza,  consta de 63 personas, con 10 matrimonios, de los cuales tienen un total de 15 hijos.