30 años del Protocolo de Madrid: el reto sigue siendo salvar a la Antártida
Se crearán nuevas áreas protegidas
Corría el año 1991 cuando la capital española acogió la firma del Protocolo de Madrid , instrumento jurídico para aplicar el Tratado Antártico, que supuso un antes y un después en la conservación del continente blanco, pues quedó a salvo de la explotación y fue preservado para la investigación científica.
El futuro del continente blanco no está garantizado
El 4 de octubre de 2021, Madrid acogió la celebración del 30 aniversario de aquella efeméride –la adopción del instrumento jurídico para aplicar el Tratado Antártico-- con la vista puesta en ampliar la conservación del océano que rodea la Antártida.
Son precisamente sus aguas circundantes las que se enfrentan a mayores amenazas humanas y en estas tres décadas, apenas se ha logrado la protección del 5% de ellas.
Durante la jornada 30 naciones adoptaron la Declaración de Madrid después de un evento al que asistieron de manera presencial y virtual ministros y líderes políticos, expertos, científicos y representantes de organizaciones ambientales.
Este renovado compromiso plasmado en el documento enfatiza la necesidad de designar nuevas áreas marinas protegidas en el océano austral, ya que su texto pide a la comunidad internacional nuevos pasos para conservar este entorno lejano, pero particularmente vulnerable a la presión humana y al impacto del cambio climático.
En particular, la Declaración insiste en dar “especial atención a la conservación de la vida salvaje, de la diversidad biológica marina, el buen funcionamiento de los ecosistemas antárticos y la futura elaboración del Sistema de Áreas Antárticas Protegidas" y anima a los países que forman parte del sistema del Tratado Antártico a asumir el mandato de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR) que propone designar tres nuevas áreas marinas protegidas (AMP).
Una estación científica en la Antártida
Se trata de las estaciones científicas en la Antártida (AMP): Antártida Oriental, el Mar de Weddel así como la Península Antártica, cuya protección es “crucial” en palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que inauguró el acto conmemorativo celebrado en el Museo Arqueológico Nacional, donde renovó el compromiso de España con la Antártida así como con “todas las medidas de conservación necesarias para asegurar su supervivencia”.
De hecho, prometió que España va a estar “siempre” en primera línea de las iniciativas que contribuyan a un futuro más sostenible, más resiliente para las sociedades y el planeta.
Desde Washington participó por videoconferencia el secretario de Estado y enviado especial de Estados Unidos para el Clima, John Kerry, que aprovechó su intervención para reclamar a China y Rusia su apoyo al Tratado Antártico y a la designación de estas tres nuevas AMP durante la reunión del CCAMLR que tendrá lugar a final de octubre.
A su juicio, si estos países respaldan la propuesta “muchos más” se comprometerán con la conservación del continente antártico.
El enviado especial John Kerry confía en que “pronto” se conseguirá, aunque admitió que era preciso esperar al “momento adecuado” de “madurez”.
Si bien, celebró “determinados movimientos” en ese sentido realizados por China, India o Ucrania, pero echó en cara que “una serie de países todavía no se han comprometido” con un enclave que “no se necesita explotar”.
Reflexionó Kerry, que apeló a la cooperación y el diálogo internacional: “Sabiendo que tenemos áreas amplias del océano en las que se puede pescar, sería en interés de toda la humanidad que dejáramos de lado determinadas zonas clave como el Mar de Weddel, la Antártida oriental o la Península Antártica, entre otras. Espero que sea un momento ya maduro, teniendo en cuenta la cuestión de la emergencia climática”,
A su juicio, si el Tratado Antártico pudo negociarse durante los peores momentos de la Guerra Fría, ahora los gobernantes podrán estar “a la altura del reto” y mostró su esperanza en que las grandes potencias trabajarán “mano a mano” para preservar estas zonas de la explotación humana.
Se refirió en concreto a Rusia, China, India, la UE, Sudáfrica, Brasil, Arabia Saudí, Corea del Sur, Japón o Estados Unidos, que suman el 80% de las emisiones del planeta, a los que urgió a trabajar “rápidamente” para alcanzar acuerdos.
En el evento, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, reclamó protección “adicional” para los océanos porque “mantener los ecosistemas incrementa la resiliencia frente al cambio climático”.
Al inicio de la celebración, una decena de ONG entregaron al presidente Sánchez una petición que incide, precisamente, en la protección de las aguas de la Antártida con medidas como la designación de estas nuevas áreas marinas protegidas y que ha firmado ya más de 1,5 millones de personas en todo el mundo.
Pérdida de hielo en la Antártida (NASA)
A la hora de la llegada de los asistentes, activistas de Greenpeace circularon en bici junto a los coches oficiales llevando pancartas con mensajes como: “Dejad las excusas y salvad los océanos ya”.
Las ONG lamentan que tres décadas después del Tratado Antártico menos del 3% de todos los océanos está protegido e incluso, menos del 1% lo está adecuadamente.
Greenpeace, que defiende que el Tratado y el Protocolo de Madrid son un “hito diplomático sin precedentes” para la Antártida, reclama a los líderes que se sumen a proteger “totalmente ”al menos el 30% del océano de aquí a 2030, así como a lograr, a más tardar en marzo de 2022, un Tratado Global de los Océanos “sólido”.
La responsable de la campaña de océanos de la ONG, Pilar Marcos, ha recordado que el Tratado Global de los Océanos comenzó a gestarse en el año 2002 por lo que “dada la emergencia ambiental, no puede retrasarse más”.
En su opinión, ha llegado el momento de poner en práctica las palabras y exige a la Unión Europea que encabece las negociaciones en Naciones Unidas para “garantizar” un tratado “sólido”, que regule las actividades en alta mar y que prime la protección del 70% del planeta que es “tierra de nadie”.
En la misma línea, el presidente de la junta directiva de la Coalición para la Antártida y el Océano Austral, James Barnes, manifestó que “dados los profundos trastornos ecológicos” que se están produciendo en la Antártida a causa de la crisis del clima y de la biodiversidad, se necesita “preservar el espíritu con el que se acordó el Protocolo de Madrid hace 30 años y comprometerse a tomar nuevas medidas audaces para proteger este frágil espacio natural”.
La CCAMLR tiene sobre la mesa la designación de estas tres AMP que aumentarían notablemente la conservación del continente austral y, aunque la propuesta cuenta con el apoyo de Estados Unidos y de la UE, se requiere el voto favorable de los 26 países del mundo que tienen la facultad de decidir sobre la Antártida. China y Rusia ya impidieron en 2018 que se aprobara un AMP en esa zona, de ahí el llamamiento particular a estos dos países emitido este lunes tanto por Kerry, como por Pedro Sánchez y otros líderes, ministros, expertos, científicos y ONG.
Fuente: El Confidencial