Fundación Marambio
Primeros Exploradores Antárticos
Desde el Siglo XVIII

EDITORIAL

La publicación que hicimos sobre la llegada al Polo Sur de los Primeros Humanos - Expedición dirigida por el Noruego Roald Amundsen, hazaña financiada con la ayuda de capitales argentinos, tuvo una gran repercusión entre nuestros lectores.

Comenzaron a interesarse por las exploraciones en esa región, que solo era una mancha blanca inexplorada en el mapa, la tierra incógnita; que finalmente se convirtió en el objetivo de muchas naciones.

Por tal motivo, publicamos a continuación esta nota, referida a los primeros exploradores antárticos de la historia, quienes desde en el siglo XVIII (1700), recorrieron esa tierra incógnita.

DESARROLLO

Fragmento de la nota "Exploración científica de la Antártida: ejemplos desde la época histórica" de la Autora: Cornelia Lüdecke.
Traducción del alemán de Ofelia Arruti

Al igual que en el Hemisferio Norte, por razones de simetría, los griegos también habían postulado en el Hemisferio Sur, más allá del punto solsticial del Sol, una "zona frígida", es decir, fría.


James Cook


Weddell

Hasta el siglo XVIII, esta región era una mancha blanca inexplorada en el mapa. Finalmente se convirtió en el objetivo de muchas naciones.

El británico James Cook (1728-1779) cruzó por primera vez el círculo polar sur el 17 de enero de 1773 (Headland, 1993).


Bellingshausen


Dumont D'Urville


Ross

Sin embargo, como no vio tierra alguna además de hielo, de ahí en adelante en todo el mundo a este paraje se le quedó el sobrenombre de "terra incognita".

Incluso la segunda circunnavegación de la región antártica, bajo la dirección de Fabián Gottlieb von Bellingshausen (1778-1852), báltico alemán al servicio de Rusia, sólo llevó al descubrimiento de algunas islas.

En cambio, durante su expedición (1822-1824), el ballenero James Weddell (1787-1834) penetró hasta 74°14'S en lo que más tarde se llamaría en su honor el Mar de Weddel.  Así, el problema seguía sin ser resuelto.

Alrededor de 1840, durante el breve periodo caracterizado científicamente por la llamada "cruzada magnética", la expedición francesa (1837-1840), en busca del polo magnético del Hemisferio Sur, dirigida por Jules Sébastien César Dumont d'Urville (1790-1842), descubrió la Tierra Adelia.

La expedición estadounidense (1839-1842), al mando de Charles Wilkes (1798-1877), avistó la Tierra Wilkes y cartografió desde el barco cerca de 2.000 kilómetros de línea costera.


Wilkes


Gauss

Finalmente, el británico James Clark Ross (1800-1862) logró llegar hasta 78°10'S durante su expedición (1839-1843). Descubrió el Mar de Ross y la barrera de hielo de Ross, así como la extensa Tierra Victoria. Finalmente, Ross llegó a aproximadamente 300 Km. del polo magnético y determinó su posición en 75°05'S y 154°08'E, cerca de la que había calculado teóricamente el astrónomo y experto en magnetismo de Gotinga, Carl Friedrich Gauss (1777-1855).

Antes y después de ese periodo de descubrimientos, sólo los balleneros y los cazadores de focas se arriesgaban en aguas antárticas para regresar a casa con abundante carga.

Sus descripciones de las tierras como partes de un collar de perlas en el círculo polar antártico sólo aumentaron parcialmente la imagen de una terra incognita.

No fue sino hasta el VI Congreso Internacional de Geografía, que tuvo lugar en 1895 en Londres, que los participantes llegaron a la resolución de que la exploración de la región antártica era el más importante de los problemas geográficos que quedaban por resolver y, por tanto, recomendaron a la sociedad científica del mundo entero que solucionara dicho problema antes del fin del siglo XIX (Lüdecke, 2003).

Todavía no se sabía si la Antártida era un atolón gigante lleno de hielo o un continente cubierto de hielo. Sin embargo, esto pronto sería resuelto.

PRIMERAS INVERNADAS ANTES DE 1900


Gerlache


F. Cook

En el verano de 1897, apoyándose en la recomendación de Londres, una expedición belga al mando de Adrien de Gerlache de Gomery (1866-1934) partió a bordo del Bélgica hacia la Tierra de Graham (hoy península antártica), donde descubrieron, entre otras cosas, el largo Estrecho de Gerlache en el lado occidental de la Península Antártica (Gerlache, 1902).

Cuando el buque Bélgica se quedó varado en el hielo cerca de la costa antártica a unos 85°O, la expedición belga se vio obligada a invernar a bordo del barco.

Fue la primera en realizar una observación meteorológica continua durante todo un año.


Peary


Amundsen

Sin embargo, no había un programa de investigación previamente establecido, así que los resultados científicos fueron producto de la casualidad y dependieron del afán de investigación de los estudiosos respectivos.

De manera notable, Gerlache había elegido a los miembros de la expedición según su capacidad, independientemente de su nacionalidad.

A bordo del Bélgica había dos polacos (Henryk Arctowski, 1871-1958), para las tareas geológicas, meteorológicas y oceanográficas, y un asistente para las observaciones meteorológicas), así como un biólogo rumano.

También participaban, como médico experto de la expedición, el estadounidense Frederick Cook (1865-1940), que había explorado antes con Robert Peary el norte de Groenlandia, y el noruego Roald Amundsen (1872-1928), como segundo oficial.

El resto de la tripulación consistía de belgas y noruegos. Pero en marzo de 1899, el Bélgica, que se encontraba varado en el hielo, logró salir a la corriente helada y quedó libre otra vez.

El 28 de marzo de 1899, desde Punta Arenas Gerlache informó por radiotelegrafía el buen resultado de la invernada en la Antártida.

Sin embargo, en 1898 hubo que lamentar dos víctimas, pues además de un marinero que cayó por la borda durante una tormenta, también murió el geofísico Emile Danco (1869-1898) de lo que entonces se llamó "anemia polar" y que, según los conocimientos actuales, fue causada principalmente por deficiencia vitamínica.

A su regreso, el meteorólogo Arctowski pudo presentar a la opinión pública mundial los primeros datos meteorológicos del ciclo anual completo de la Antártida (Arctowski, 1904).

Mucho antes de que se desarrollara la teoría del frente polar en la década de 1920, determinó mediante sus observaciones que en la Antártida circulaban zonas de baja presión en forma de ondas. Arctowski mostró además que el invierno antártico era mucho más frío de lo que normalmente se creía antes de la invernada.


Borchgrevink

Al mismo tiempo, notó que la frecuencia de la aurora austral era igual a la de la aurora boreal en sus respectivas amplitudes magnéticas, lo que indicaba un origen común.

La segunda expedición antártica (1898-1900), bajo la dirección del sueco Carsten Borchgrevink (1864-1934), se pudo llevar a cabo mediante un financiamiento privado inglés.

Partieron a bordo del Southern Cross hacia la Tierra Victoria (al este del Mar de Ross), donde invernaron en Cabo Adare (Borchgrevink, 1901).

Los hombres no sabían que habían levantado sus dos refugios prefabricados en la costa más ventosa de la Antártida.

Además de algunas recolecciones zoológicas y geológicas y observaciones magnéticas, también realizaron mediciones meteorológicas cada dos horas durante un año, así como registros de la presión atmosférica y la temperatura en el continente austral.

También en 1899 la deficiencia vitamínica constituyó un gran problema durante la invernada de la expedición polar y el biólogo del Southern Cross, Nikolai Hanson, murió de escorbuto.

Antes del viaje de regreso, Borchgrevik todavía intentó llegar hasta 78°50'S sobre la
Barrera de Ross.

Los resultados meteorológicos aportaron la primera imagen del clima marítimo antártico.

Los vientos predominantes ESE y SE señalaron la existencia de una zona de alta presión que se extendía por una gran parte de la todavía desconocida Antártida y que correspondía a un reflujo de masas de aire en dirección al Polo Sur en las capas de aire superiores (Bernacchi, 1901).

COOPERACIÓN INTERNACIONAL METEOROLÓGICA Y MAGNÉTICA (1901-1904)


Drygalski


Bruce


Charcot


Scott


Nordenskjöld

Durante la realización del VII Congreso Internacional de Geografía en 1899 en Berlín, ya se pudieron discutir planes concretos de la expedición británica a la Antártida al mando de Robert Falcon Scott (1868-1912) y de la expedición alemana al Polo Sur bajo las órdenes de Erich von Drygalski (1865-1949) (Lüdecke, 2003).

Al igual que en el precedente Primer Año Polar Internacional (1882-1883), cuando se coordinaron mediciones simultáneas alrededor del Ártico, el congreso acordó una cooperación internacional entre el 1 de octubre de 1901 y el 31 de marzo de 1903 para la realización de las mediciones meteorológicas y magnéticas de las expediciones antárticas, así como de todos los barcos mercantes y de la Marina que siguieran un curso al sur de 30°S.

Además de la expedición de Drygalski (1901-1903), que llegaría hasta aproximadamente 90°E al sur de las Kerguelen en el Océano Índico, y la expedición de Scott hacia la Tierra Victoria (1901-1904), finalmente también participaron la expedición sueca hacia la Tierra de Graham (1902-1903) al mando de Otto Nordenskjöld (1869-1928) (ver video) y la expedición escocesa hacia el Mar de Weddel oriental (1902-1904) al mando de William Speirs Bruce (1868-1921).

Adicionalmente, se crearon con fines de comparación estaciones filiales que no estuvieran influidas por el clima de la Antártida.

Éstas se localizaron en la Isla de los Estados en Cabo de Hornos para Nordenskjöld, en las islas Malvinas para Bruce, en las Kerguelen para Drygalski y en Christchurch (Nueva Zelanda) para Scott. Cuando Scott quiso invernar un segundo año y estaba en marcha una quinta expedición francesa (1903-1905) al mando de Jean-Baptiste Charcot (1867-1936), la cooperación internacional se prolongó un año más.

Por desgracia, el buque Antarctic de Nordenskjöld quedó atrapado por la banquisa en la salida noroeste del Mar de Weddel y finalmente fue aplastado por ésta, por lo que naufragó.

Los miembros de la expedición invernaron en tres distintos lugares en los que realizaron investigaciones científicas hasta donde les fue posible.

Es de destacar el primer hallazgo de restos fósiles de plantas terciarias y la exposición derivada de los hallazgos geológicos posteriores de Nordenskjöld, que se extendieron a los Andes sudamericanos en la Península Antártica.


Humboldt

A diferencia de Robert Falcon Scott y Otto Nordenskjöld, Erich von Drygalski y William Speirs Bruce encontraron toda una tierra virgen y cada uno realizó fácilmente una amplia investigación que llevó a interesantes resultados.

De acuerdo con las ideas de Alejandro von Humboldt, Drygalski planeó la investigación integral de los cuatro elementos (tierra, agua, aire, fuego) en la desconocida Antártida.

Por esa razón, además de él, que quería realizar investigaciones geográficas y oceanográficas, y de un geólogo, que era experto en tierra firme y volcanes, había también un físico, que debía realizar mediciones meteorológicas y magnéticas.

Un biólogo completaba la investigación del entorno vital (fauna y flora).

Todo lo nuevo que se manifestara en la región antártica se registraba y se ponía en una exposición conjunta (Drygalski, 1904).

Así, Drygalski realizó mediciones de temperatura hasta 500 m. de altura durante su ascenso en un globo cautivo, a diferencia de Scott que un mes antes ya había sido el primero en subir en un globo.

Los resultados llenan un total de 22 volúmenes, doce de los cuales contienen resultados zoológicos (Drygalski, 1905-1931).

El concepto de investigación tipo Humboldt ampliamente aplicado por Drygalski en su expedición era único y nunca más sería seguido, ya que las expediciones se fueron especializando en aspectos de investigación particulares.

Para sus propios estudios, Drygalski eligió una forma que, por ejemplo, todavía aplica hoy día el Instituto Alfred Wegener de Alemania en la investigación polar y marítima (Drygalski, 1898):

Lamentablemente, los frutos de la cooperación internacional no produjeron el resultado que se había esperado.

Las mediciones magnéticas durante el viaje de ida y vuelta a la Antártida a bordo del barco alemán Gauss y del británico Discovery mejoraron los mapas marítimos sólo en la zona de las rutas de viaje respectivas.

La colección de datos meteorológicos asciende en total a aproximadamente 600.000 observaciones individuales.

Sin embargo, la red de mediciones alrededor de la Antártida no fue lo bastante cerrada para la construcción diaria de mapas meteorológicos.

Únicamente entre Cabo de Hornos y la Península Antártica hubo suficientes datos que permitieron trazar la distribución diaria de la presión atmosférica.

Los descubrimientos geográficos sugirieron la conclusión de que la Antártida es un continente cubierto de hielo. Además, a partir de las mediciones del viento y de la presión atmosférica, se pudo determinar la altura promedio del continente antártico en 2000 ± 200m (Meinardus, 1909).

La estación meteorológica establecida por Bruce en la Isla Laurie (Islas Orcadas del Sur) fue entregada a Argentina en 1904 y, desde entonces, sigue funcionando con el nombre de Base Orcadas y, con su ininterrumpido margen de mediciones, proporciona un valioso valor básico para posteriores investigaciones climatológicas.

EL ATRACTIVO DE LOS POLOS EN 1911-1912


Filchner


Shirase


Mawson


Shackleton

El llamado "Periodo del atractivo de los polos" estuvo determinado por pautas personales y representado por el francés Jean Charcot (1908-1920), Scott y su antiguo acompañante Ernest Shackleton (1874-1922), el noruego Roald Amundsen (1872-1928) y el alemán Wilhelm Filchner (1877-1957), así como por el japonés Nobu Shirase (1861-1946) y el australiano Douglas Mawson (1822-1958) (Headland, 1993). Charcot y Filchner constituyeron, en realidad, una excepción, ya que sus expediciones, además de descubrimientos geográficos, llevaron a cabo un amplio programa científico.

Las demás contribuyeron en su mayoría a alcanzar los objetivos geográficos como el Polo Sur, incluso a riesgo de su propia vida.

Mientras que durante su expedición en 1909 Ernest Shackleton prefirió regresar cuando estaba a sólo unos 180 km del Polo Sur para escapar de un desastre causado por la escasez de alimentos, Scott y sus cuatro acompañantes murieron en 1912 a causa de una serie de acontecimientos adversos durante una larga tormenta de nieve en su camino de regreso del polo.

La expedición japonesa tuvo que invernar en Sydney en condiciones precarias y explorar a continuación la Tierra de Eduardo VII en las cercanías de la estación noruega de invernada de la Bahía de las Ballenas en la orilla occidental del Mar de Ross, mientras que Amundsen fue el primero en llegar al polo.

La expedición australiana determinó por primera vez la ubicación exacta del polo magnético. Sin embargo, también tuvieron que lamentar dos víctimas mortales durante un viaje en trineo.

La Expedición Transantártica Imperial Británica de Shackleton también corresponde a este periodo.

Se componía de dos grupos. Shackleton dirigía la División del Mar de Weddell (1914-1916), cuyo barco Endurance fue aplastado por los bloques de hielo y se hundió a finales de 1915.

No obstante, los miembros de la expedición pudieron salvarse gracias a la osada travesía de Shackleton en un pequeño bote de remos a las Islas Georgias del Sur.

La División del Mar de Ross (1914-1917), que debería preparar los almacenes para la travesía en la meseta de hielo, invernó en Cabo Evans en condiciones precarias cuando el barco de la expedición se desvió de rumbo prematuramente durante una ventisca y quedó a la deriva durante diez meses entre los bloques de hielo del Mar de Ross. Dos miembros de la expedición fallecieron.

Puesto que las expediciones de este periodo no cooperaron entre sí para nada y sólo por casualidad las expediciones noruega y japonesa se encontraron en la Antártida (Amundsen, 1912; Hamre, 1933), los diferentes resultados científicos de estas expediciones deben considerarse como individuales e independientes; sin embargo, fueron percibidos en parte como totalmente extraordinarios.

Así, durante la travesía de nueve meses del Deutschland de Filchner se detallaron por primera vez medidas oceanográficas y se llevaron a cabo sondeos (Brennecke, 1921).


Wright

Pero sobre todo, también se analizaron continuamente las condiciones meteorológicas de las capas de aire con cometas y globos a los que se fijaron aparatos de registro.

Estas mediciones todavía son representativas y no han perdido su valor (Barkow, 1924).

Las investigaciones glaciológicas de icebergs y de la Barrera de Hielo de Ross, realizadas por Charles Seymour Wright (1887-1975) durante la expedición de Scott, produjeron incluso una bibliografía básica sobre glaciología (Wright y Priestley, 1922).

AVIONES EN LA ANTÁRTIDA DESDE 1928

Después de la Primera Guerra Mundial, la técnica aeronáutica se desarrolló a tal grado que fue posible pensar en utilizarla para fines de exploración en la Antártida.


Wilkins

Los descubrimientos y cartografías hechos para el aire se utilizaron a menudo en esa época para justificar los reclamos territoriales en la Antártida.


Byrd

Todavía hubo jefes de expediciones individuales que se lanzaron hacia el Sur para alcanzar objetivos principalmente privados.

El australiano Hubert Wilkins (1888-1958) fue el primero en utilizar aviones durante su expedición (1928-1929) para la exploración de la costa este de la Tierra de Graham (Headland, 1993).

En 1928-1930, el estadounidense Richard Evelyn Byrd (1888-1957) había establecido en la Bahía de las Ballenas, cerca de la antigua estación de invernada de Amudsen, una estación con el programático nombre de Little America I, desde la que supuestamente el 20 de diciembre de 1929 quería sobrevolar el Polo Sur.

RECONOCIMIENTOS GEOLÓGICOS DE CAMPO COMPLEMENTARON LA EXPLORACIÓN AERONÁUTICA

Al mismo tiempo, en otra parte del continente, la primera expedición noruega (1929-1930), patrocinada por el cónsul Lars Christensen (1884- 1965) y bajo la dirección de Nils Larsen (nacido en 1900), realizó un sondeo aéreo de la Tierra de Enderby.

Wilkins regresó a la Antártida en 1929-1930 para seguir persiguiendo su objetivo de volar desde las dependencias de las Islas Malvinas (Isla Decepción) hacia el Oeste a lo largo de la costa de la Península Antártica hasta el Mar de Ross.

Durante su segunda expedición (1929-1931), Mawson cartografió la costa entre 75°E y 45°E tanto desde barco como desde avión.

Esto se consideró como frontera entre las actividades británicas y noruegas y las correspondientes aspiraciones a los reclamos territoriales.


Ellsworth

Lincoln Ellsworth (1880-1951) apareció en escena en 1933-1934 como otro competidor para ser el primero en sobrevolar el continente antártico desde el Mar de Ross hacia la Península Antártica, pero su avión se dañó ya desde el inicio al aterrizar en el hielo marítimo en la Bahía de las Ballenas.

Su segundo intento en 1934-1935 en dirección opuesta fracasó debido a las malas condiciones meteorológicas.

En 1933-1935, desde su estación ampliada Little America II, Byrd continuó la cartografía aérea de la Tierra de Marie Byrd hasta la Cordillera de la Reina Maud.

La expedición británica a la Tierra de Graham (1934-1937), bajo la dirección del inglés John Rymill (1905-1968), invernó dos años y exploró la Península Antártica Occidental desde avión y con trineos tirados
por perros y comprobó que la Tierra de Graham está unida al continente
Antártico.

Por primera vez se combinaron aquí técnicas modernas con medios de locomoción tradicionales, para lo que no había ningún equivalente en esa época, aunque Scott ya había experimentado con trineos de motor
en 1910.

Asimismo, la expedición de Rymill siguió un programa intensivo meteorológico, geológico, glaciológico y biológico.

Finalmente, en noviembre de 1935, Ellsworth logró completar, con cuatro aterrizajes intermedios, el primer vuelo sobre la Antártida desde la Isla Dundee (Península Antártica) hasta Bahía de las Ballenas y realizó nuevos descubrimientos como las montañas de la cordillera Eternity.


Ritscher

Una de las numerosas expediciones antárticas del noruego Christensen realizó extensos vuelos de fotografía sobre la costa antártica entre la Tierra del Emperador Guillermo II y la Tierra de Enderby, así como a lo largo de la Costa del Príncipe Harald descubierta por ellos, cuya posesión fue reclamada por Noruega.

Finalmente, en el verano austral de 1938/1939 la expedición alemana en el buque-catapulta Schwabenland, bajo el mando de Alfred Ritscher (1879-1963) llevó a cabo una eficiente campaña de verano, durante la cual, mediante fotogrametría aérea desde dos aviones, se llevó a cabo un reconocimiento detallado de una región hasta entonces desconocida entre 14°O y 20°E con el propósito de tomar posesión de este territorio por seguridad de la floreciente pesca de ballenas alemana (Ritscher, 1942).

La expedición descubrió ahí Nueva Suabia junto con sus cordilleras y, con las tomas fotogramétricas, construyó una de las cartas más informativas del interior de la Antártida de esa época, la cual cubre aproximadamente 350,000 km2.

Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial impidió la continuación de las investigaciones planeadas sobre el territorio.

A diferencia de la expedición alemana, la tercera empresa de Byrd (19391940) estudió los alrededores con aviones y trineos jalados por perros desde dos estaciones de invernada (East Base en la costa este de la Tierra de Graham y Little America III), y amplió así de manera decisiva los conocimientos de las expediciones anteriores.

Esta expedición también dejó tras de sí en el continente blanco banderas y documentos que debían documentar la reclamación territorial de Estados Unidos.

INFORMACION ADICIONAL

El señor Robert Keith Headland (Bob) de nacionalidad inglesa, que la autora menciona en las Referencias Bibliográficas, participó en el mes de octubre del año 2000 en la V Reunión de Historiadores Antárticos Iberoamericanos, que se realizó en la Base Marambio de la Antártida Argentina y en ciudad de Ushuaia de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur; como una propuesta para interesar a los países miembros en el rescate del pasado histórico, un tanto relegado por imperio del desarrollo de otras ramas de la ciencia.

Bob Headland es Asociado Senior del Scott Polar Research Institute de la Universidad de Cambridge, sus intereses principales son el la geografía histórica y los estudios asociados; en concreto, su trabajo se refiere a los efectos humanos en las regiones polares - en especial de las pequeñas islas y archipiélagos.

Bob es asesor de varias organizaciones expedicionarias, departamentos de gobierno, miembro de la Royal Geographical Society, y miembro del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad de Londres, donde da conferencias en varios cursos.

En 1984, fue condecorado con la Medalla Polar y es miembro tanto del Club y el Club Ártico Antártico, ha pasado muchos años con Quark Expeditions, educando a los viajeros en la historia de la exploración polar a bordo de rompehielos en el Ártico y en la Antártida.

V Reunión de Historiadores Antárticos Iberoamericanos – Marambio/Ushuaia - 2000

La Dirección Nacional del Antártico – Instituto Antártico Argentino, y la Fuerza Aérea Argentina, auspiciaron esta reunión a pedido de la Secretaría Permanente de Encuentros de Historiadores Antártico Iberoamericanos, con el propósito de mantener viva la idea de que el mayor conocimiento del pasado común, es una fuente cierta donde abrevar las bases para un mejor y mayor conocimiento de la historia y vincular a los especialistas para llevar adelante la empresa iniciada en 1992, cumpliendo con el mandato recibido en el acta final de aquella primera reunión.

La secretaría conjunta designada no puede dejar de expresar su satisfacción, en primer lugar, por el nivel académico de las ponencias expuestas en todas y cada una de las reuniones, y en segundo lugar por la continuidad lograda en este esfuerzo común de los historiadores que van enriqueciendo con sus aportes el conocimiento de la historia antártica general e iberoamericana.

De esta reunión de Historiadores Antárticos Iberoamericanos participó también, presentando su ponencia, el Presidente de la Fundación Marambio, Suboficial Mayor (R) FAA EDB-VGM Dr. Juan Carlos LUJAN.

Desde entonces Headland, brindó su valiosa información en forma desinteresada, cuando la Fundación Marambio se lo requirió.

Más información al respecto, haga clic a continuación: http://www.marambio.aq/reunionhistoriadores.html

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