El adiós a una ilusión de los vecinos
del oeste de Vicente López
El portón de la quinta de Ader ya no está entre nosotros.
Se lo llevaron a Estados Unidos
Los vecinos del partido de Vicente López, en especial los del oeste (Villa Adelina y Carapachay) estábamos entusiasmados con la ilusión de recuperar parte de la historia de este Municipio, con la vuelta a la Torre de Ader del portón de la quinta que estuvo hace varios años en la entrada de ese predio.
Se hicieron gestiones oficiales y estábamos a la espera que en algún momento este deseo se haga realidad, pero lamentablemente nos enteramos que el corralón de antigüedades que lo tenía en consignación, vendió ese portón y ahora esta en Atlanta, la capital del estado de Georgia de los Estados Unidos de América.
GESTIONES PRIMARIAS REALIZADAS
Providencialmente habíamos tomado conocimiento que los portones de la quinta de Don Bernardo Ader, donde se encuentra la emblemática Torre de la Independencia (Torre de Ader), estaban en un corralón de antigüedades del barrio El Triángulo del partido de Malvinas Argentinas.
Después de este hallazgo, la Fundación Marambio, una ONG con Personería Jurídica, hizo averiguaciones al respecto y lo informó formalmente por nota a mediados del año 2014 a las autoridades de la municipales de Vicente López, facilitándole imágenes, detalles del portón y lugar donde se encontraba, y al no recibir respuesta, se reiteró a principios del año 2016 lo solicitado, con los mismos resultados.
Se había pensado que esta adquisición sería para el municipio de Vicente López de gran valor al hacer realidad la vuelta a su lugar de emplazamiento original del artístico portón, ya que su costo material se compensaría con los beneficios que aporta a la salud afectiva de los vecinos que sentirían valorizado el paisaje cotidiano que está tan arraigado a sus afectos.
Durante el tiempo transcurrido desde el proceso de averiguación de estos datos, recibimos innumerables adhesiones y entusiasmo en las reuniones que se llevaron a cabo con vecinos e integrantes de entidades de la zona, entre ellos de la Junta de Historiadores del Camino del Bajo, de la Confederación de Entidades Patrióticas y de la Federación de Entidades de Estudios Históricos de la Provincia de Buenos Aires, y más recientemente de Amigos de la Historia de Carapachay.
Pensábamos que hubiera resultado muy beneficioso para nuestros barrios recuperar una obra histórica y artística tan singular que sería motivo de atracción cultural y turística, además de orgullo para los vecinos que pueden mostrar un testimonio de la época de gran crecimiento de su barrio.
Estos barrios necesitan revitalizar sus sitios históricos y culturales porque ayudan para que la convivencia de las familias perdure armoniosamente a través de los tiempos.
Habíamos considerado que corresponde compartir este rescate con las entidades y vecinos de la zona, con esa construcción original que formó parte de una extensa quinta cuyo dueño ejerció gran influencia en la zona oeste de nuestro municipio, al punto tal que es el característico emblema de estos barrios y del Partido de Vicente López.
Se mencionó en nuestro petitorio que éramos concientes que en estos momentos de crisis y de recuperación de Vicente López, es alta cualquier suma de dinero que no haya sido presupuestada, pero el Municipio tiene contactos y relaciones con comercios y empresas que pueden colaborar con la recuperación de este pedazo de nuestra historia, quienes con esta ayuda quedarían perpetuados sus nombres en el cartel explicativo del contenido de esa obra.
Pensábamos también que el oeste de Vicente López necesita de este aporte, similar a los que se puede ver en otros puntos del partido.
ULTIMOS INTENTOS Y DESENCANTO
Dado el tiempo pasado y al no tener respuesta oficial, recibimos la inquietud y presión de muchos vecinos que preguntan por este proyecto, muchos deseaban levantar firmas para lograr el objetivo, pero nos propusimos no hacerlo, porque estábamos a la espera que de alguna manera u otra éstos sería una realidad, a través de nuestros representantes.
Constantemente los vecinos preguntaban sobre las gestiones y nada podíamos responderle y a partir del momento que la Licenciada Alicia Irene Rebollar presentó hace pocos meses el libro "La Torre Ader erguida entre fábricas y chalecitos", donde nos narra historias de esta emblemática torre y de las transformaciones socio-espaciales en Vicente López Oeste entre los año 1850 y 2015; aumentó el deseo a conseguir ese objetivo.
Muchos lo notaron cuando leyeron en dicho libro el titulo “Apareció el tesoro de la Torre: el portón de la Quinta de Ader”, la narración de la autora que casi cincuenta años después se encontró el tesoro de los vecinos, el portón de ingreso a la Quinta de Ader y a partir de ese momento fueron incesantes las consultas y la propuestas de unirnos para conseguir cumplir ese sueño.
Este hallazgo despertó el sentimiento de los vecinos, quienes se entusiasmaron con ver nuevamente el portón frente a la Torre Ader, como lo hizo la vecina Alicia Kedinger, al dedicarle un hermoso poema que movió sentimientos, titulado “Viajero Portón de Ader”, cuyo texto puede ver lo AQUÍ.
Comenzamos a recibir más presión de los vecinos y cuando estábamos iniciando una campaña para lograr que el Portón de Rejas, vuelva al barrio que hace unos años engalanó, al concurrir al Corralón de Antigüedades, para que nos actualicen el precio, nos enteramos que lo vendieron y esta en los EEUU; fue cuando nos dimos cuenta que perdimos algo muy valioso para nuestros sentimientos.
Ahora solo nos queda vivir con el recuerdo de ese emblemático portón, que lo llevaron al norte de América, muy lejos para pensar que vuelva y agradecemos a quienes nos ayudaron en este proyecto y también a los que nos hicieron vivir cuatro años de ilusión y esperanza, ahora pérdida.
DETALLES DEL PORTON
Este portón, tiene las columnas de acero y puertas de acceso a sus costados, mide 7,20 m de ancho por 5,60 m de alto, es de fabricación francesa de fines del siglo XIX y fue importado junto con otros elementos que se utilizaron para la construcción del casco y la torre en los primeros años del siglo pasado.
El material del que está construido, es acero al carbono forjado a mano, incluso la estampería (hojas y elementos de estética vegetal) está realizado también en forma artesanal.
Este portón no tiene una sola pieza que no haya sido fabricada en su país de origen, forjada y remachada a mano; su peso estimativo ronda entre los 4500 a los 5000 Kg.
Cabe destacar que estamos ante una pieza que trasciende el valor de lo constructivo-material, ya que se trata de un elemento de valor escultural porque ni con la tecnología moderna seria posible replicarlo.
Enteramente patrimonial e histórico que nace con la urbanización misma del noroeste de Vicente López, tan frecuentemente olvidado por las autoridades responsables de aplicar el resguardo de los bienes tangibles o intangibles, según lo "garantiza" las leyes Nº12665 de la Nación Argentina, la Nº13056 de la provincia de Buenos Aires y la Ordenanza Nº29960/10 de Vicente López.
RENOVEMOS LA ILUSIÓN
Estamos realizando gestiones para obtener los planos de construcción de ese portón de rejas, si lo logramos, pensamos construir una réplica; para ello vamos a necesitar la ayuda de las Escuelas Técnicas, herreros, etc. y convocar a gente de buena voluntad, para conseguir el material necesario; es nuestro deseo y esperanza, porque con esos sentimientos, se logran objetivos que a veces parecen imposibles de alcanzar.
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