La llegada del virus a las zonas remotas de la Antártica donde habitan los pingüinos pone en grave peligro a sus colonias.
Se reportaron las primeras muertes por gripe aviar en pingüinos antárticos.
El virus, que es letal en aves y algunos mamíferos, atacó a dos especies, el pingüino Rey y el pingüino Papúa.
De acuerdo con el Comité Científico de Investigación Antártica (SCAR), encontraron 35 ejemplares muertos y las muestras confirmaron que se trataba del virus H5N1 de la influenza aviar.
Los pingüinos fueron encontrados en Georgia del Sur y las Islas Malvinas, principalmente los papúas.
Además, de la treintena de pingüinos muertos, al menos 20 eran polluelos.
Esta no es la primera vez que la gripe aviar mata a pingüinos, anteriormente se reportaron muertes en Chile, Argentina y Sudáfrica.
De hecho, preliminarmente, los expertos apuntan a que los pingüinos papúas podrían estar trasladando el virus hacia la zona Antártica porque suelen moverse entre Las Malvinas y la costa argentina.
Alerta por gripe aviar en las colonias de pingüinos antárticos
Adicionalmente, ya se habían reportado casos de H5N1 en la Antártica, pero no en pingüinos, el virus había acabado con lobos y elefantes marinos.
Los expertos alertan por el riesgo que representa la gripe aviar en esta zona del planeta, puesto que allí habitan varias especies amenazadas.
"La llegada de este virus H5N1 a la Antártida a finales del año pasado hizo sonar las alarmas debido al riesgo que representaba para la vida silvestre en esta frágil región.
Si bien es muy triste escuchar informes sobre la muerte de pingüinos… lamentablemente no es nada sorprendente ", comentó Ed Hutchinson, virólogo molecular del Centro de Investigación de Virus de la Universidad de Glasgow.
Asimismo, el virus significa un gran problema para las colonias de pingüinos, puesto que son animales muy sociables entre sí. "Estoy realmente devastada, al igual que todos los que se preocupan por los pingüinos y la Antártica".
Dada su organización social colonial, uno se pregunta qué tan rápido se extendería por las colonias ", añadió Diana Bell, profesora emérita de biología de la conservación en la Universidad de East Anglia.
Por el momento, las muertes de pingüinos se han registrado en las islas de la zona Antártica, pero no en la plataforma continental, aunque los expertos advierten que pueden ser que los casos no hayan sido registrados porque hay menos personal de monitoreo.
Comité Científico de Investigación Antártica (SCAR) informó que se detectó por primera vez un tipo mortal de gripe aviar en pingüinos papúa, lo que acrecienta el temor a que el virus pueda propagarse a las colonias antárticas.
Los pingüinos papúas son susceptibles de contraer la enfermedad
Las muertes confirman que los pingüinos papúas son susceptibles de contraer esta enfermedad altamente letal que ha diezmado las poblaciones de aves de todo el mundo en los últimos meses.
Sin embargo, los papúas rara vez viajan entre las Malvinas, frente a la costa argentina, y la Península Antártica, situada a unos 1.300 kilómetros al sur.
Esto significa que es improbable que los pingüinos viajeros impulsen la propagación hacia el continente austral, afirman investigadores afiliados a la Universidad de California-Davis.
El papel que podrían desempeñar los pingüinos papúas es servir de reservorios locales de la infección, es decir, mantener una reserva de huéspedes susceptibles que nunca abandone las islas.
Los especialistas encontraron un caso sospechoso de gripe aviar
Los investigadores también encontraron en la cercana Georgia del Sur un caso sospechoso de gripe aviar en pingüinos rey.
Los científicos siguen esperando los resultados de las pruebas para confirmar la presencia del virus H5N1
Cientos de miles de pingüinos se reúnen en colonias apretadas en el continente antártico, lo que podría permitir que el virus mortal saltara fácilmente de un individuo a otro.
Aunque los pingüinos pueden ser carismáticos, los conservacionistas están más preocupados por otras especies.
Los elefantes marinos y las focas peleteras han muerto en mayor número en Georgia del Sur, tras las bajas masivas de esas especies en Sudamérica.
Esto es especialmente preocupante porque Georgia del Sur alberga el 95% de la población mundial de lobos marinos antárticos. Si esa población se desploma, la especie se encontrará en una situación crítica.