No es un anuncio nuevo, pero la noticia impactó en todos los países que reclaman soberanía en el continente blanco.
Rusia encontró una de las mayores reservas de petróleo del mundo en un lugar "prohibido", el continente antártico.
El hallazgo se produce tras una serie de estudios realizados por el buque Alexander Karpinsky, operado por Rosgeo (Russian Geological Exploration Holding), la agencia rusa encargada de encontrar reservas minerales para explotación comercial.
Los buques rusos de exploración, descubrieron enormes cantidades de crudo y gas en la Antártida, una zona en la que está terminantemente prohibido la explotación de recursos, mientras que las prospecciones y actividad permitidas solo pueden estar relacionadas con la ciencia y el mundo científico.
Además, la zona es reclamada por el Reino Unido, Chile y Argentina, lo que añade mayor tensión al hallazgo.
En términos políticos y diplomáticos es imposible que avance cualquier interés de explotación recursos naturales de la Antártida.
Hay dos obstáculos determinantes: el Tratado Antártico de 1948 y el Protocolo de Madrid, que fue sumado en 1991 y entró en vigor en 1998.
Se dice públicamente que el Tratado Antártico "vence" en 2048, pero se trata de una interpretación errónea y no es correcta.
Ni el Protocolo de Madrid ni el Tratado Antártico tienen fecha de vencimiento.
Durante los primeros cincuenta años desde la entrada en vigor del Protocolo de Madrid (1998), este solo puede ser modificado por acuerdo unánime de todas las Partes Consultivas del Tratado Antártico, explican de la Secretaría del Tratado Antártico, organismo internacional que tutela el pacto firmado en el año1948 y que tiene sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires desde el año 2003, provista por el gobierno argentino.
Recién desde el año 2048 "cualquiera de las Partes Consultivas del Tratado Antártico puede convocar una conferencia de revisión del funcionamiento del Protocolo", pero para poder hacer algún cambio hace falta el acuerdo unánime de los firmantes.
A eso se suman las salvaguardas del Protocolo de Madrid, que forma parte del Tratado y es conocido entre los especialistas como "Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente", que establece "una amplia protección del medio ambiente de la Antártida, y de los ecosistemas dependientes o asociados y es parte del Sistema del Tratado Antártico".
Un intento de explotación del subsuelo antártico aparece imposible por ahora.
Para la industria hidrocarburífera aparece como un dato relevante, pero cargado de interrogantes.
Los estudios no revelan la calidad del presunto gas y petróleo y en materia económica también hay más preguntas, porque el mundo busca terminar con los combustibles fósiles en un plazo de tres décadas y el debate sobre los yacimientos antárticos podría revivir después del año 2048, sin éxito de poder explorarlos.
Según informaron Yahoo Finance y The Telegraph, buques de exploración informaron de que hay reservas por un total de 511.000 millones de barriles de petróleo -una cantidad que casi duplica todas las reservas de petróleo de Arabia Saudí-, según las pruebas presentadas la semana pasada ante el Comité de Auditoría Ambiental de la Cámara de los Comunes (EAC).
El dato sería equivalente a unas 10 veces más grande que la producción total del Mar del Norte en 50 años o 30 años en el Yacimiento petrolífero Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén de la República Argentina.
El hallazgo se produce tras una serie de estudios realizados por el buque Alexander Karpinsky, operado por Rosgeo (Russian Geological Exploration Holding), la agencia rusa encargada de encontrar reservas minerales para explotación comercial.
La Antártida está protegida por el Tratado Antártico de 1959 que prohíbe todos los desarrollos minerales o petroleros.
Además, los intereses del Reino Unido son supervisados por el Ministerio de Asuntos Exteriores, pero se ha acusado a este ministerio de ignorar la crisis emergente.
En este marco, el parlamentario británico y miembro del Gobierno, David Rutley, aseguró que había decidido confiar en las garantías rusas de que sólo estaba realizando investigaciones científicas. "Rusia ha reafirmado recientemente su compromiso con los elementos clave del Tratado Antártico", subrayó.
Los expertos en la región no están de acuerdo y advierten de que confiar en que Rusia cumpla con sus obligaciones es ingenuo, como lo demuestra su invasión de Ucrania.
El petróleo y el Tratado Antártico
Klaus Dodds, profesor de geopolítica en el Royal Holloway College, experto en la Antártida, aseguró que las actividades de Rusia estaban mucho más cerca de la prospección de petróleo y gas que de la ciencia como tal, según ha revelado en declaraciones a The Telegraph.
Destacó este experto "que el Tratado Antártico se enfrenta ahora a nuevos desafíos, sobre todo por parte de Rusia, un actor de mala fe, y de una China cada vez más asertiva" y afirmó que, la agencia Russa Rosgeo, ha estado participando en estudios sísmicos y otros trabajos topográficos relacionados y las actividades de Rusia deben entenderse como una decisión para socavar las normas asociadas con la investigación de estudios sísmicos y, en última instancia, un precursor de la futura extracción de recursos".
El potencial
La Antártida ya era una tierra codiciada por sus riquezas, pero ahora que se conoce que hay grandes cantidades de petróleo lo va a ser aún más, esos 511.000 millones de barriles de crudo dan para mucho.
Para situar algo más esta cantidad merece la pena señalar que Venezuela, el país con mayores reservas probadas de petróleo del mundo, cuenta con 303.000 millones de barriles.
Por otro lado, Arabia Saudí, mayor exportador de crudo del mundo, cuenta con unas reservas de 262.000 millones de barriles; Irán cuenta con 208.000 millones de barriles; Canadá con unos 160.000 millones de barriles recuperables, aunque la mayoría se encuentran en lo que se conoce como arenas bituminosas (una mezcla de arena, arcilla y bitumen de las que se puede extraer crudo); Irak tiene 145.000 millones; Emiratos Árabes Unidos cuenta con 107.000 millones de barriles.
Rusia, el país que ha logrado este hallazgo en la Antártida, cuenta con 80.000 millones de crudo recuperable.
De modo que el petróleo de la Antártida supondría multiplicar por más de cinco sus reservas actuales de crudo, esto es lo que podría tentar a Moscú para intentar explotar ese petróleo.