Domingo Ernesto MOLINARI
Suboficial Ayudante (Rva) de la FAA
Expedicionario al Desierto Blanco

Tenemos el pesar de informar el fallecimiento del Suboficial Ayudante de la Fuerza Aérea (Rva) Expedicionario al Desierto Blanco, Domingo Ernesto MOLINARI, ocurrido en su domicilio a causa de un infarto el día 29 de julio de 2011, a la edad de 85 años.

Había nacido en la Ciudad de Navarro, provincia Buenos Aires el Día de la Antártida Argentina, el 22 de febrero de 1926 y en la actualidad se domiciliaba en la localidad de Aldo Bonzi, Provincia de Buenos Aires, bajo el cuidado de su hermana María Santa MOLINARI.

El mencionado, quien era Piloto Civil y Piloto de Planeadores, en su especialidad de Mecánico de Avión, Subespecialidad Mecánico de abordo, había integrado la primera Dotación fundadora de la Base Belgrano de la Antártida Argentina, comandada por el General Hernán PUJATO.

Lo hizo en el año 1955, permaneciendo un año más durante el año 1956; habiendo realizado importantes vuelos de reconocimiento y descubrimientos geográficos, en los confines de nuestra Patria.

Como lo manifestó su sobrino: "Se fue el mejor ejemplo de soldado que jamás conociera".

Rezamos por la paz de su alma y le pedimos a Dios nuestro Señor que lo tenga en la gloria.

FUNDACION MARAMBIO

PALABRAS DE SU HERMANO, EL SEÑOR GUIDO MOLINARI:

Mi hermano Mingo (como la conocíamos familiarmente) nació el día 22 de febrero de 1926, Día de la Antártida Argentina, en Navarro, Provincia de Buenos Aires y falleció el día 29 de julio de 2011 a las 8:30 hs. en Aldo Bonzi, Provincia de Buenos Aires, de un paro cardiaco, como consecuencia de una larga enfermedad cardiaca.

Ingreso en la Escuela de Especialidades de la Fuerza Aérea en el año 1947 egresando de la misma con el grado de Cabo Mayor según consta en un Diploma que conservamos, fechado el día 31 de diciembre de 1948.

Fue destinado al Grupo de Transporte con asiento en Morón, allí tuvo a cargo el Avión Vicker, matrícula T-2 con el que realizó, además de los vuelos militares, numerosos vuelos como tripulante de Líneas Aéreas del Estado (LADE), especialmente en el sur de nuestro País, en vuelos de fomento.

De esa época guardaba numerosos recuerdos, sobretodo las situaciones de riesgo que vivió, bueno, sabemos lo que era volar en esa época y con esos aviones en esas latitudes y operar en los aeropuertos de esa zona.

En el año 1953 toma contacto con el Instituto Antártico Argentino para participar en las misiones antárticas, allí es preseleccionado por el General PUJATO para integrar el equipo con que soñaban fundar una base polar y luego, llegar al polo sur.

Después de un largo y estricto entrenamiento que se llevó a cabo en Buenos Aires y Mendoza, es elegido para formar parte del pequeño grupo que realizaría la tarea.

Durante ese periodo el General PUJATO le encomienda la tarea de organizar los suministros necesarios para la expedición.

Conjuntamente realiza el curso de Piloto Civil de Avión y recibe su brevet como tal, el día 12 de agosto de 1954 y luego el de Piloto de Planeador, en el Club Albatros.

En esta expedición dependiente del Instituto Antártico Argentino y comandada por el Ejército Argentino, la integraron también sus camaradas de la Aeronáutica Militar (hoy Fuerza Aérea), los Suboficiales Ayudantes, Alfonso OBERMEIR, también Mecánico de Aviones y el Suboficial Ayudante Juan José NAVEIRA, Mecánico de Comunicaciones.

De lo realizado en la Antártida no me explayaré más, porque ya es parte de nuestra historia.

Después de permanecer dos años consecutivos desde principios del año 1955 en Base Belgrano que habían fundado, en el año 1958 es destinado a una Oficina a realizar tareas administrativas.

Visto el destrato que sufrían todos los miembros de la expedición y de como se ignoraba el esfuerzo y los descubrimientos realizados, solicita, con gran dolor, la baja de la Aeronáutica Militar, la que inmediatamente le es concedida.

En el ámbito civil, primero se ganó la vida con un taxi y luego compró un camión frigorífico con el que distribuyó carne durante muchos años hasta obtener una muy humilde jubilación, cuando contaba con más de 70 años de edad.

Guardó un recuerdo inolvidable de su paso por la Antártida, era su tema preferido y recuerdo en una sola oportunidad verle llorar, fue en ocasión que el correo argentino saco una serie de sellos donde aparecen el General PUJATO, sus camaradas y él.

Nuestra familia le rindió un pequeño homenaje sorpresa y el no pudo contener la emoción por los recuerdos que le afloraban de aquellos años.

Mi hijo, el actual Mayor del Ejército Argentino Gustavo Alejandro MOLINARI, que definió perfectamente su tío, cuando dijo: "Se fue el mejor ejemplo de soldado que jamás conociera".

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