Suboficial Mayor (R) de la Fuerza Aérea Argentina
Expedicionario al Desierto Blanco
Santos Oscar DOMÍNGUEZ

Tenemos el penoso deber de informar el fallecimiento de un Antártico cuyo nombre hizo a la historia de la Meteorología en la Antártida Argentina en distintas misiones y prestando servicios anuales en Bases Antárticas, el Suboficial Mayor (R) de la Fuerza Aérea, Expedicionario al Desierto Blanco, Santos Oscar DOMINGUEZ.

Falleció el día 25 de febrero de 2016 a las 17:10 horas a los 63 años de edad en el Hospital de Morón, provincia de Buenos Aires, a causa de un infarto, ocurrido en la vía pública.

Había nacido en la Ciudad de Buenos Aires el 2 de febrero de 1953 y se domiciliaba actualmente en la localidad de Ituzaingo, provincia de Buenos Aires.

Estaba casado con Mercedes Benigna ALARCON y tenía tres hijos, Mónica Alejandra de 33 años de edad, Marisa Anabel de 32 y Rubén Darío de 26 y sus nietos son Tomas de 14 años, Tobias de 11 y Milton de 5.

Cumplió funciones en la Antártida Argentina en varias oportunidades, en Dotaciones anuales y embarcado en el Rompehielos ARA Almirante Irizar en la Campaña Antártica de Verano (CAV 2002/2003).

Prestó servicios en dotaciones Anuales en las Bases Antárticas Orcadas 1979, San Martín 1982 y Jubany 1986 (actualmente Base Carlini).

Los últimos años de su carrera, revistó en el Servicio Meteorológico Nacional, en contacto permanente con los meteorologistas destinados a las Bases Antárticas y las comisiones temporarias, de las cuales él participó.

Al pasar a revistar en situación de retiro efectivo, continúo algunos años en retiro activo y en la actualidad cumplía funciones como Personal Civil, cosechando siempre el aprecio de quienes compartían sus tareas; quienes escribieron una nota de homenaje y despedida, que dice:

"Es una enorme pena saber que nunca más volveremos a estar con usted, extrañaremos sus palabras, sus sonrisas sus chistes y su manera de ser.

Siempre fue una persona ejemplar, siempre fue el mejor amigo que se podría tener, y ahora ya no está.

Pero no debemos sentirnos desorientados, la mejor manera de rendirle homenaje es siguiendo el ejemplo que nos dejó en vida, con su manera de ser.

Seamos alegres y dinámicas personas como él lo era, tengamos paciencia y humildad ante toda situación, pues así es como él solía ser.

Estamos seguros que estará más que feliz si hacemos todo eso, inspirados por él y su gran modelo de vida. Hasta siempre nuestro querido Dominguez."

Sus restos fueron inhumados en nicho en el cementerio Parque de Hurlingham de la Provincia de Buenos Aires.

Rezamos por la paz de su alma y le rogamos a Dios nuestro Señor que lo tenga en la gloria.