Fundación Marambio
Brigadier (R)
Ricardo Osvaldo BULARTE

FALLECIMIENTO

Tenemos el penoso deber de informar el fallecimiento de un Antártico, cuyo nombre hizo a la historia de la Antártida Argentina, el Brigadier (R) Ricardo Osvaldo BULARTE.

Falleció el día 11 de julio de 2016 a las 2:45 horas a los 88 años de edad en el Hospital Naval Central de la ciudad de Buenos Aires, a causa de un infarto coronario, ocurrido en dicho hospital cuando estaba esperando el turno para la realización de la segunda operación para colocarle un stent.

Había nacido en Punta Alta – Bahía Blanca de la provincia de Buenos Aires el 1º de enero de 1928 y se domiciliaba actualmente en la localidad de Gonnet de la misma provincia.

Estaba casado con la señora Lía Susana DAGUERRE, con quien tuvo dos hijos, Ricardo Diego quien falleció de Leucemia cuando tenía 7 años de edad y Claudia Susana de 59 años, quien es psicóloga y se domicilia en Chile, quién se formó como Piloto Civil, volando hasta que contrajo enlace; es abuelo de cuatro nietos que son chilenos, Sebastián que falleció a los 8 años de edad, María Lía de 28 años, Juan Manuel de 24 y Amanda de 19 años.

Estudió en el Colegio San José y de allí ingresó a la Escuela de Aviación Militar de la provincia de Córdoba de la que egresó en el año 1950 con el grado de Alférez y su primer destino fue el Grupo 1 de Bombarderos de Villa Reynolds, San Luis.

Un año después y por las condiciones demostradas en su especialidad, fue invitado a unirse al grupo que comandó el Vicecomodoro Gustavo Argentino MARAMBIO y que realizó importantes vuelos a la Antártida, con los precarios medios de la época y con mucho de aventura.

Con el grado de Alférez, fue el segundo navegador de la tripulación que el 19 de diciembre de 1951 llevó a cabo un hecho de trascendencia histórica, que fue la realización del primer operativo Antártico de la Fuerza Aérea Argentina, denominado "Operación Enlace", en cumplimiento a una arriesgada e importante misión de exploración y salvamento en el Continente Helado al mando del Vicecomodoro Gustavo Argentino MARAMBIO.

Con el mismo avión del operativo anterior formo parte de la "Operación Bandeja" de ayuda humanitaria a Turquía, ante el sismo ocurrido en Balikesir, en la región de Anatolia en el mes de marzo de 1953, trasladando a la zona de desastre un equipo de médicos y enfermeras, frazadas, catres, antibióticos, plasma, gasas, vendas y elementos varios.

Fue Agregado Aeronáutico Militar en Chile y se retiró por enfermedad cuando tenía el grado de Brigadier en el año 1981, debido a que padecía de Cáncer de Colon y se dedicó a ayudar con su asesoramiento a instituciones aerodeportivas y fue presidente honorario del Aeroclub La Plata y del Aeroclub Brandsen.

Creó un proyecto para que las instituciones deportivas pudieran acceder a aviones de última tecnología.

En ese ámbito su experimentada palabra fue tomada como referente y cosechó numerosos amigos entre quienes compartieron su pasión por la aviación.

Se desempeñó como Director e impulsor del Instituto Nacional de Aviación Civil, creador del Plan Forjando Alas de Fomento a la Aviación Civil, ayudo a capacitar pilotos y organizo la Feria Espacial en el año 1973, cuando visitaron la República Argentina los Astronautas del Apollo 11, Neil ARMSTRONG, Buzz ALDRIN y Michael COLLINS.

Sus restos descansan en la bóveda familiar en el cementerio de La Plata, provincia de Buenos Aires.

Su amigo el Ingeniero Ernesto Fasciolo, al entregarnos el escrito con las emotivas palabras de despedida que pronunció, nos manifestó lo que se transcribe a continuación, porque esos sentimientos no pueden dejarse sin que se conozcan, nos decía:

"Tengo tristeza por su partida, pero también y, porque me hubiera gustado ver más gente despidiéndolo en su última morada, quizá sea por las obligaciones actuales, por la vida vertiginosa llena de preocupaciones y compromisos, quizá porque las cosas ahora sean distintas, quizá por desconocimiento de la nuevos de lo cual debemos hacernos cargo los más viejos y los dirigentes, quizá por mil cosas que yo desconozca, no soy yo quien, para juzgar ni reprochar, tampoco es mi intención hacerlo al escribir esto último, solo describo un simple y pasajero paisaje de sentimientos y emociones, que tampoco me pertenecen en exclusivo, pero creanmé, cuando sonó el réquiem de la trompeta, con su sonoro y triste bronceado sonido de despedida, cuando fijaron la lápida con la segunda y última tuerca, sentí que éramos muy pocos para despedir a un grande, que con desinterés total benefició a tantos."

Las emotivas palabras de despedida se transcriben aquí

Rezamos por la paz de su alma y le rogamos a Dios nuestro Señor que lo tenga en la gloria.

Fundación Marambio - www.marambio.aq - Tel. +54(11)4766-3086 4763-2649