Expedición Argentina al Polo Norte (2016)
Informa atrasos en la operación, el comandante de la expedición
Partieron por vía aérea a Europa el 28 de marzo de 2016 y en los primeros días de abril, comenzaran a recorrer los 120 kilómetros que separan la base rusa Barneo de su objetivo y así convertir a la Argentina en el primer país de América Latina en llegar al Polo Norte en una expedición oficial.
La iniciativa, impulsada y financiada por la Fundación Criterio, que cuenta con apoyo logístico y del personal del Ejército Argentino, buscan llevar un mensaje que alerte sobre el impacto del cambio climático en el mundo.
Tiene como principal objetivo llamar la atención de la población mundial sobre el cambio climático y sus consecuencias y del mismo modo, colaborarán desde allí con la realización de una serie de estudios científicos que sirvan para determinar el estado actual del continente helado.
El General de Brigada (R) VGM Mauricio FERNÁNDEZ FUNES, Director Ejecutivo de la Fundación CRITERIA, asociación civil sin ánimo de lucro, afirma que "Este es un tema de todos, que no sólo nos compete a nosotros, sino al conjunto de la sociedad".
Son ocho militares con un rango de edades entre 28 a 59 años, todos cuentan con amplia experiencia en la montaña y en la Antártida y el noveno integrante, único civil, es el fotógrafo Tomás Heinrich.
INTEGRAN LA EXPEDICION
General de Brigada (R) EDB-EPS | Víctor Hugo FIGUEROA |
Coronel Mayor | Gustavo Alberto CURTI |
Coronel EDB | Ignacio CARRO |
Suboficial Mayor EDB-EPS | Luis Armando CATALDO |
Teniente | Emiliano CURTI |
Teniente | Juan Pablo DE LA RÚA |
Subteniente (Rva) | Santiago Martín TITO |
Fotógrafo | Tomás HEINRICH |
General de Brigada (R) VGM | Mauricio FERNÁNDEZ FUNES (*) |
(*) Hasta la Base Rusa Barneo
Entre los expedicionarios hay dos que ya llevaron la bandera argentina al Polo Sur y ahora llevarán esa misma bandera hasta el otro polo, ellos son, el General de Brigada (R) EDB-EPS Víctor Hugo FIGUEROA y el Suboficial Mayor EDB-EPS Luis Armando CATALDO; participantes de la misión al polo sur en moto de nieve en el año 2000.
Para ello, los expedicionarios tomarán muestras del hielo ártico para luego estudiarlas y compararlas con el estado del hielo en el extremo Sur.
Otra de las metas que persigue esta empresa es la toma de una serie de muestras científicas como parte del desarrollo de estudios comparativos de contaminantes orgánicos e inorgánicos entre el Polo Norte y el Polo Sur.
Esta tarea, enfocada en las áreas de glaciología, geología y medioambiente, se realizará en conjunto con el Instituto Antártico Argentino, donde posteriormente se analizarán estos aportes, que ayudarán a elaborar un diagnóstico del estado actual de la región, en contraste con la información obtenida en la zona de la Antártida.
Si bien todos los participantes de esta increíble propuesta cuentan con los antecedentes y el entrenamiento necesarios para llevar a cabo esta experiencia, alcanzar el objetivo implica asumir algunos riesgos.
En primer lugar, porque en el Ártico hay vientos muy fuertes y las sensaciones térmicas pueden alcanzar los 70 grados bajo cero y además, hay que tener en cuenta que la totalidad de la navegación es por vía terrestre y la superficie glaciar se puede quebrar.
Existe, por otra parte, la posibilidad de extraviarse en la intemperie; porque aunque la patrulla se traslada guiada por equipos satelitales, la tecnología puede fallar y, si esto sucediera, estas personas pasarían a depender únicamente de lo que les indiquen el Sol y las estrellas, en un territorio que cuenta con la presencia de ejemplares de uno de los animales más peligrosos, que es el oso polar; con un riesgo muy importante, pero está controlado, ya que los integrantes de la expedición están preparados con todo lo necesario.
La expedición partió a Oslo, Noruega vía Londres y de allí al archipiélago ártico de Svalbard, para luego llegar a Longyearbyen, que es la última parada.
Después de cinco días en los que, además de probar las botas, esquíes y trineos que utilizarán, deberán adaptarse al desafiante clima polar que enfrentarán en los días siguientes.
Después de cuatro días de entrenamiento, al quinto día partirán hacia la base rusa Barneo, donde comienzan el recorrido de 120 kilómetros con esquíes, cada uno arrastrando un trineo de 30 kilos, teniendo previsto plantar la bandera argentina el día 14 en el extremo boreal del planeta.
NOTA: Cuando estábamos finalizando la edición de esto, para difundirlo por el Boletín de Noticias, recibimos la información que dio el Comandante de la Expedición, manifestando que existen inconvenientes, que demoran la partida hacia el Polo Norte por unos días. Ver informe y video, haciendo clic aquí
La travesía les demandará entre 6 y 10 días, debiendo afrontar bajísimas temperaturas y el riesgo que implica caminar sobre hielo, porque el Ártico es un glaciar flotando en el mar que puede quebrarse o romperse.
La travesía se pautó para esta época del año debido a que se produce lo que técnicamente se conoce como la "ventana climática" que se da entre la salida del invierno y el inicio de la primavera.
El General de Brigada VGM Mauricio FERNÁNDEZ FUNES, acompañará al grupo hasta Barneo y permanecerá allí como apoyo, manifestó que "Aprovechamos que las temperaturas no son tan extremas, pero al mismo tiempo hay mayor riesgo de deshielo."
El Teniente (Rva) Ingeniero Santiago Martín TITO, presidente de la Fundación CRITERIA y expedicionario, rescata la necesidad de concientización sobre el cambio climático y enfatiza que el "deseo de todos es demostrar que la Argentina puede conseguir una hazaña como esta."
Añadió que el entrenamiento les demandó un año, en el que se fueron preparando para los riesgos que van a enfrentar. "Son riesgos controlados, aunque hay riesgo de vida".
Para minimizar los riesgos, quien irá al frente de la patrulla, unos 250 metros delante de los demás expedicionarios, es el guía polar, encargado de chequear el estado del hielo y marcar el camino.
Esa importante tarea estará en manos del Suboficial Mayor EDB-EPS Luis Armando CATALDO, quien ya fue guía polar en la expedición argentina al Polo Sur en motos de nieve, en el 2000.
Cataldo explica que al partir de la Base Barneo se montarán sobre un meridiano que será el que tomen como referencia para dirigirse hasta el Polo Norte, donde convergen todos los meridianos.
Irán guiados por GPS que les marcarán el camino y dice que "En el polo es muy difícil quedarse sin señal, con un cielo tan abierto y tan cerca"
Expuestos a un clima extremo y en un glaciar helado en el que nunca se oculta el sol, los expedicionarios irán avanzando por objetivos; dice Cataldo que "Se pone un objetivo, de marchar 20, 25 o 30 kilómetros y luego 8 horas de descanso", pero en el Polo Norte quien manda es la meteorología. "Las condiciones meteorológicas determinan todo, si hay ventisca es mejor resguardarse y después seguir."
Una vez que alcancen la latitud 90º00'00"N, un helicóptero los llevará de vuelta a la Base Barneo.
El Coronel Ignacio CARRO, hijo del fundador de la Base Conjunta Teniente Matienzo en el año 1961 (que llevan el mismo nombre y apellido), participó en distintas bases antárticas en dotaciones anuales; también siendo joven permaneció durante un año en la Base Esperanza junto a toda su familia, cuando su padre era Jefe de la misma en el año 1978 e integro la misión de apoyo a la expedición del Ejército Argentino al Polo Sur en moto de nieve en el año 1999/2000.
Este ambicioso proyecto que estará a cargo del General de Brigada (R) EDB EPS Víctor Hugo Figueroa, ex director Antártico del Ejército Argentino y Comandante de la Expedición al Polo Sur – Año 2000, e integrarán la patrulla, además de lo otros mencionados, el Coronel Mayor Gustavo CURTI y los Tenientes Emiliano CURTI y Juan Pablo DE LA RUA.
Finalmente, integra también la expedición el reconocido fotógrafo Tomás Heinrich, quien cuenta con una amplia experiencia en la filmación de este tipo de aventuras —transitó por los Montes del Himalaya en 15 oportunidades— y es el primer argentino que alcanzó la cumbre del Monte Everest, el punto más alto del planeta.
Es el único integrante de la expedición que no tiene estado militar, quién en esta oportunidad, registrará el viaje en el marco de la producción de un largometraje documental, que narrará la gestación y el desarrollo de la travesía.
Les deseamos éxitos.